MADRID, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha advertido este viernes de que más de un millón de niños menores de cinco años en el Sahel se encuentran en riesgo de desnutrición y podrían convertirse en una "generación perdida" para la región, donde 13 millones de personas se encuentran "al filo de la supervivencia", según Cruz Roja, por la grave situación de crisis alimentaria que se agravará de manera "alarmante" en los próximos meses de junio y julio.
Gambia ha sido el último país africano en sumarse a Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania, Níger y regiones de Senegal que se encuentran en estado de alerta por la crisis alimentaria derivada de la suma de factores estructurales como la pobreza o la falta de acceso a los servicios básicos, así como otros hechos recurrentes en los últimos años como las sequías, la baja producción de cereal y forraje y la subida de los precios de los productos de primera necesidad.
UNICEF asegura que esta situación amenaza con causar un "desastre múltiple" sobre los niños del Sahel, sobre todo con la inminente llegada de la temporada de sequía. Este periodo se caracterizará por el aumento del número de niños en centros de alimentación que necesitan un tratamiento que salva vidas.
"Incluso en el mejor de los escenarios prevemos que más de un millón de niños con desnutrición grave y aguda llegarán a los centros de alimentación durante los próximos seis meses", indica el director regional de UNICEF, David Gressly.
"Si se dan unas condiciones más extremas, esta cifra podría alcanzar 1,5 millones, y los fondos siguen sin llegar al ritmo necesario para una preparación adecuada que dé respuesta a las necesidades", ha añadido.
Hasta ahora, UNICEF ha recibido 24 millones de dólares (casi 18,4 millones de euros), frente a los 119 millones de dólares (91,1 millones de euros) que se necesitan para 2012, recogidos en el llamamiento de la emergencia.
EL CONFLICTO DE MALÍ AGRAVA LA SITUACIÓN
El actual enfrentamiento entre el Ejército de Malí y el movimiento revolucionario tuareg Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA) no ha hecho sino agravar la situación en la región y la llegada de ayuda humanitaria, según coinciden las dos agencias.
La inseguridad general en la región y, en las últimas semanas, la escalada del conflicto entre tuareg y gobierno de Mali no hacen sino complicar la atención a los afectados. "Cualquier desplazamiento masivo de población dificulta la gestión de la ayuda y eleva el nivel de crisis", apostilla la responsable de Cooperación Internacional para África de Cruz Roja Española, Cristina Domínguez.
"El recrudecimiento de los combates en Malí, así como la grave inseguridad en el norte de Nigeria y otros países, está complicando la operación de ayuda. Sin una buena respuesta de emergencia y un esfuerzo sostenido para reducir el riesgo a medio y largo plazo, una generación entera se enfrenta a un futuro de dependencia, pobreza y supervivencia amenazada", ha apuntado a su vez el responsable de UNICEF.