El 40% de los adolescentes "estaría dispuesto a mentir, engañar y romper las reglas para tener éxito", según un estudio

MADRID 25 Feb. (EUROPA PRESS) -

El 40 por ciento de los adolescentes "estaría dispuesto a mentir, engañar y romper las reglas para tener éxito en el trabajo", a pesar de que el 80 por ciento de ellos considera que recibe una formación en valores éticos y morales "adecuada para su futura incorporación al mercado profesional" y que tiene "importantes referentes" en los que fijarse, según concluye un estudio que la compañía Deloitte hizo público hoy.

En este sentido, el informe, en el que participaron 750 estudiantes con edades entre los 12 y los 17 años, profundiza en la relación que existe entre la formación en valores éticos que reciben los adolescentes y su comportamiento en la sociedad, y subraya que los jóvenes necesitan formación ética, herramientas y modelos de actuación "para saber cómo tomar las decisiones correctas y el impacto que éstas tendrán en las organizaciones y en la vida cotidiana".

Asimismo, el 27 por ciento de los consultados "justifica la violencia en determinadas ocasiones". Los principales motivos que esgrimen son "en casos de defensa propia" (87 por ciento); si se utiliza para ayudar a un amigo (73 por ciento) y, en menor medida, para defender un argumento (35 por ciento) o por venganza (34 por ciento). Además, el 77 por ciento de los que consideran que la violencia está justificada "cree estar preparado para formar parte del mercado laboral".

Así, de entre quienes piensan que la mentira es necesaria para triunfar en su trayectoria profesional, el 49 por ciento opina que engañar a los padres o a los tutores es "aceptable", mientras que un 61 por ciento afirma haberlo hecho "durante el pasado año". A tenor de estas cifras, la compañía explica que cada vez se hacen "más habituales los programas educativos que incluyen aspectos éticos enfocados a la toma de decisiones en la empresa".

Finalmente, del trabajo se desprende que más de la mitad de los adolescentes consultados (54 por ciento) cita a sus padres como los "principales modelos a seguir", mientras que el resto de encuestados cita a amigos e incluso confiesan "no tener ningún modelo de referencia". Por este motivo, sus autores destacan la importancia de que los adolescentes "identifiquen modelos de referencia a la hora de recibir una orientación ética adecuada para el futuro desarrollo personal y profesional".