LA CORUÑA 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de A Coruña aplazó hoy, a la espera de nuevos informes médicos, el juicio contra una mujer acusada del intento de asesinato de su hijo menor suministrándole barbitúricos en un zumo. El fiscal solicita para ella ocho años y tres meses de prisión como presunta autora un delito de asesinato en grado de tentativa y otro de malos tratos familiares.
El juicio, fijado para hoy en la Audiencia Provincial de A Coruña, quedó aplazado hasta principios del próximo año después de que el letrado de la defensa solicitase que comparezca el psiquiatra que la está tratando en prisión, donde cumple condena por robo, y que se aportasen los informes periciales de los psiquiatras que la trataron. Su abogado argumentó que la acusada padece un trastorno de personalidad y pide la libre absolución ya que sostiene que no hay pruebas de que intentase matar al niño y que no está demostrado que ella echase los medicamentos en el zumo.
Según el escrito del ministerio fiscal, los hechos sucedieron el 19 de noviembre de 2005 en el domicilio de la procesada, situado en una urbanización del municipio de Oleiros (A Coruña), sobre las tres de la madrugada cuando le dijo a su hijo que se tragara unas pastillas con un vaso de zumo que también le sirvió.
El fiscal sostiene que las pastillas se las había recetado el médico a la acusada para ayudarla a superar su adicción a las sustancias estupefacientes y que le suministró un cóctel de varios medicamentos tranquilizantes al niño con la intención de acabar con su vida. El menor llegó a ingerir todas menos una, que tenía en la mano cuando entró en la habitación su abuela y madre de la acusada.
Al darse cuenta de los hechos, cogió el niño en brazos momento en el que la procesada, según el fiscal, al enfurecerse con su madre, le dio varios golpes. El menor fue trasladado a un hospital, donde le practicaron un lavado gástrico después de comprobar que tenía la tensión muy baja y que se encontraba en estado de somnolencia como consecuencia de la ingesta de los medicamentos tranquilizantes.
Los médicos tuvieron al niño en observación durante la noche y parte del día siguiente. Posteriormente, le dieron el alta, sin que le haya quedado ninguna secuela física. En la petición de la pena, el fiscal tuvo en cuenta que la mujer era adicta a las drogas cuando se produjeron los hechos.