Fiscalía amplía la pena y acusa al hombre paraguayo que dejó embarazada a su cuñada menor de edad de forzarla dos veces

Duplica la indemnización solicitada, mientras que la defensa insiste en que las relaciones fueron consentidas

Europa Press Sociedad
Actualizado: jueves, 10 febrero 2011 16:30

GIJÓN, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -

La fiscal ha modificado este jueves la pena solicitada para el ciudadano paraguayo que dejó embarazada a su cuñada menor de edad, de la misma nacionalidad, al considerar que fueron dos veces y no una en las que ambos mantuvieron relaciones sexuales completas y sin protección, sin consentimiento de la joven y bajo amenazas. El cambio se produjo al decir la menor que al estar 'bebida' cuando mantuvo sexo con su cuñado pensaba que era como si hubiera consentido.

En este sentido, la Fiscalía ha confirmado que una vez celebrado el juicio, en la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias con sede en Gijón, imputa al procesado, J. G. C. A., un delito continuado de agresión sexual con el subtipo agravado de prevalerse de la superioridad que tenía él sobre la joven del artículo 180 del Código Penal.

Con base a esto y al hecho de que considera que fueron dos y no una las relaciones mantenidas, mantiene los 15 años de cárcel que pide pero duplica la petición de indemnización solicitada, que pasa de 6.000 a 12.000 euros. Fruto de una de esas relaciones sexuales, la menor quedó embarazada y abortó posteriormente.

Por su parte, la acusación particular, ejercida por Irene Arce, ha sostenido la misma condena solicitada, 30 años de cárcel por dos agresiones sexuales consumadas bajo amenazas, mientras que la defensa, el abogado Rubén González Sierra, ha seguido manteniendo la libre absolución de su cliente, al afirmar que las relaciones fueron consentidas.

Ya durante una prueba indagatoria celebrada el pasado mes de octubre ante la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Gijón, el acusado insistió en que la menor y él mantuvieron una relación sentimental y que el sexo era consentido.

El imputado explicó que en un principio mantuvo una relación de amistad con la menor, quien se acercó a él "porque se sentía sola en España". Esa amistad se convertiría después en una relación sentimental, que duró desde agosto de 2008 hasta el mes de diciembre de ese mismo año y que, según el acusado, conocían muchas más personas, incluso la madre de la menor, pero no así su pareja y hermana de la joven, con la que convivía. Asimismo, señaló que hasta el mes de diciembre no practicaron sexo y aseguró que sólo un día mantuvieron relaciones completas.

A la salida del juicio, que se celebró a puerta cerrada durante unas tres horas, González Sierra se ha mostrado satisfecho con el resultado de la vista oral, en la que han mantenido la misma versión de inocencia. "Creo que ha sido bastante productivo el juicio a fin de aclarar todos los extremos de una vez por todas", ha indicado antes de confirmar que la víctima tampoco cambió su versión.

Durante la vista oral han declarado el acusado y la víctima, así como la mujer y hermana, respectivamente, de ambos y psicólogos. Tanto la esposa del imputado como la tía, han apoyado al procesado en todo momento al sostener que es inocente y que las relaciones fueron consentidas. DE hecho, ambas han intentado que fuera fotografiado y grabado por los medios de comunicación a la salida del Palacio de Justicia.

Por su lado, la menor estuvo acompañada de personal del Centro Madre Isabel Larrañaga, en el que permanece desde los hechos al ser la Consejería de Bienestar quien tiene la tutela. Asimismo, la joven cumplirá en 15 días los 18 años.

Los hechos se remontan al 17 enero de 2009, cuando J. G. C. A., que entonces tenía 39 años, fue detenido por la Policía tras denunciar su cuñada -de 15 años- que la había echado de casa tras negarse a darle dinero. Según la joven, el marido de su hermana, con el que convivía, la había dejado embarazada y la había echado del el domicilio cuando le pidió 400 euros para abortar.

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