MADRID 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
Mujeres refugiadas de Sudán, Ucrania, Irak y Afganistán han participado este miércoles en un acto institucional organizado por ACNUR en Madrid con motivo del Día Mundial del Refugiado, en el que han narrado cómo tuvieron que abandonar su país.
"En Sudán sufrí que en cualquier momento podía ser asesinada o violada. A las mujeres en mi país las obligan a casarse y si se niegan las matan o las violan", ha lamentado Zeena Omer.
Omer, que abandonó Sudán junto a su hermano que tenía una infección en la pierna a causa de un error médico, ha señalado que la mayoría de personas de su país "se han dirigido a otras ciudades más seguras" y ha advertido de que "una gran cantidad de gente ha muerto". "Fueron tres semanas de viaje para llegar a España", ha recordado.
Shahad Al Algele, de Irak, ha apuntado que en 2003 ,tras la guerra en su país, tuvo que huir a Siria, donde ha estado su infancia hasta que vivió otra guerra.
Para afrontar una situación así, Shahad Al Algele ha recalcado que "hay que tener mucha fuerza de voluntad" ya que "es algo muy difícil". "Tienes que empezar todo otra vez y tener esa gana no es fácil, pero siempre he tenido confianza y esa ilusión de seguir. Ha sido complicado pero ha merecido la pena", ha reconocido.
En el acto también ha contado su experiencia Olena Chesanovska, una ginecóloga ucraniana que tuvo que abandonar su país ante los ataques rusos.
"Escuché las explosiones y pensaba que eran fuegos artificiales pero no. La guerra es algo terrible, no cabe en la cabeza, no puedes entenderlo. Decidimos irnos", ha manifestado Chesanovska, destacando que muchos de sus amigos estaban bajo la ocupación: "Era terrible, mataron a la gente, violaron a las mujeres".
Por su parte, Karishma Koofi, de Afganistán, vive en Madrid desde hace más de tres años. "Cuando los talibanes llegaron fue un tiempo especialmente difícil para las mujeres. Mi mamá era activista y yo también y eso era un riesgo para toda mi familia", ha asegurado.
Koofi ha descartado volver a Afganistán por el momento. "En esta situación no lo imagino, pero quiero ayudar a mi país. Ahora es tiempo de avanzar, es tiempo de aprender cosas de aquí y de usar la oportunidad que tengo aquí para luego poder ayudar a mi país y reconstruir mi país", ha dicho.
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, también ha intervenido en el acto para mostrar el compromiso del Gobierno con la acogida: "España ha sido y, desde que va a seguir siendo, país de acogida. Y no lo haremos porque sea fácil, sino porque es lo justo".
"Frente a quienes creen que ante más presión hay que cerrar puertas, nuestra respuesta ha sido clara, es abrir nuevas vías de migración regular, ordenada y sobre todo segura, que respondan a las necesidades del país y al derecho que tienen las personas a migrar en condiciones dignas", ha sentenciado Saiz.
La ministra ha hecho hincapié en que para el Gobierno "la protección internacional representa una oportunidad". "Una oportunidad para demostrar qué tipo de país queremos ser. Una oportunidad para construir una sociedad más diversa, más justa y más cohesionada", ha agregado.
"Donde otros siembran miedo, nosotros defendemos derechos. Frente al rechazo, nosotros elegimos la acogida. Frente a los muros, nuestra elección son los puentes. España hoy soy un referente internacional por su modelo de acogida, pero no nos conformamos. Vamos a seguir avanzando, mejorando y fortaleciendo el sistema", ha concluido la responsable de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
En su intervención, la representante de ACNUR en España, Grainne O'Hara, ha avisado de que el mundo humanitario, no sólo su organización, "está enfrentando muchos recortes de fondos". "Este golpe al balance bancario hace una diferencia, esto corta proyectos, esto deja a gente sin comida, esto tiene un impacto negativo", ha alertado.