Actualizado 31/03/2009 17:18

El aumento de la temperatura en 1,5 grados en Galicia a mediados de siglo favorecerá la viticultura y atraerá turistas

La disminución de las precipitaciones elevará el riesgo de incendios en los últimos meses del invierno y cambios en la floración


SANTIAGO DE COMPOSTELA, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -

El cambio climático no sólo tiene consecuencias negativas. Según las previsiones de los expertos, el aumento de la temperatura de Galicia en 1,5 grados previsto para mediados de siglo, la prolongación de la temporada estival y la disminución de las precipitaciones, traerán consigo un aumento del número de turistas y efectos beneficiosos en el cultivo de la uva.

Así lo evidencia el estudio 'Evidencias e Impactos del Cambio Climático en Galicia', realizado por la Consejería de Medio Ambiente y las universidades gallegas, entre otros organismos, y que analiza el escenario que vivirá Galicia a mediados y finales de siglo como consecuencia del cambio climático.

En esta línea, uno de los coordinadores de la investigación, Vicente Pérez, indicó que los datos que arroja el estudio "son malos en algunos aspectos" pero "también presentan ámbitos positivos", por lo que el objetivo de cara al futuro será crear políticas que frenen los datos preocupantes y "buscar como adaptarse a los cambios buscando el beneficio".

Entre estos aspectos positivos, el estudio plantea que el alza de las temperaturas --hasta 1,5 grados a mediados de siglo-- así como la prolongación de la temporada estival con un menor nivel de precipitación, incrementará el número de personas que visiten Galicia como destino turístico e incrementarán las pernoctaciones en hasta un 220 por ciento.

VITICULTURA

Otro de los campos donde el cambio climático afectará positivamente en Galicia es el de la viticultura. Según apuntó el investigador Francisco Díaz-Fierros esta climatología más suave y cálida favorecerá el cultivo de la vid en más zonas.

En concreto, los datos manejados por los expertos indican una "expansión fuerte" de cara a final de siglo de las zonas de producción 1, aquellas que son óptimas para el cultivo del vino así como una "expansión menor" de las zonas 4, aquellas que presentan un exceso de termicidad y que serían perjudiciales para las especies más sensibles a la temperatura.

En general, el estudio indica que los efectos del cambio climático sobre las vides serán "en general positivos" y tendrán como consecuencia el incremento del territorio disponible para el cultivo de la vid y el aumento en el número de variedades cultivadas.

Aunque el aumento térmico perjudicará a variedades más sensibles como el Albariño, la temperatura en las zonas más extremas, como el Sil oriental permitirá realizar "sin obstáculos" el establecimiento de variedades tintas de calidad.

INCENDIOS

Entre los problemas que señala el estudio está un aumento considerable de las temperaturas así como un incremento de los días y noches cálidos, un espaciamiento de los periodos de heladas y una disminución de las precipitaciones.

Asimismo, se detecta una disminución en los índices de sequía en los meses de julio y agosto, paralelo a un aumento de la sequía en febrero y marzo, esto es, en los últimos meses del invierno, lo que supone una modificación de los periodos estivales y tiene efectos prácticos en la distribución prevista para los incendios.

En conjunto, los expertos auguraron que los incendios serán "más rápidos e intensos en el futuro" y se producirán, además de en la época de verano, en los últimos meses del invierno --febrero-marzo--, donde se detecta un progresivo descenso de las precipitaciones.

RÍOS Y PRODUCCIÓN MARINA

Asimismo, el estudio revela que a finales de este siglo se prevé un aumento de la temperatura de los ríos gallegos de entre 2,5 y 3 grados así como un descenso de su caudal de un 2 por ciento. Paralelamente, auguran un aumento de entre 1 y 3 grados de la capa superficial del agua oceánica en la Comunidad, lo que tendrá efectos negativos en la pesca y el marisqueo, y traerá especies tropicales a las aguas gallegas.

En concreto, los expertos señalan una disminución del afloramiento costero, la tasa de renovación del agua de las rías, que en los últimos 40 años descendió un 30 por ciento en cantidad y un 45 por ciento en intensidad.

Esto tendrá como consecuencia directa el aumento de las toxinas en las rías así como de las mareas rojas por la escasa renovación del agua y una disminución de los nutrientes en el agua que afectará a especies como la sardina o el pulpo.

Además, la presencia de más CO2 en el ambiente provocará un aumento de la acidificación del agua oceánica, que a su vez causará problemas en la formación de las conchas de los moluscos.

ADELANTO DE LA FLORACIÓN

Finalmente, el estudio abarca el adelanto en la floración producido por los cambios en el clima. Según explicó Díaz Fierros, de las 204 especies analizadas, 93 presentaron cambios significativos en su periodo de floración en los últimos 50 años, y de estas, el 80 por ciento vieron adelantado significativamente este periodo.

En concreto, la vendimia experimentó un adelanto de entre 15 y 20 días, algo que prevén que aumente a finales de siglo hasta los 60 días. Otras especies, como el castaño, verán adelantada su floración a finales de siglo en torno a 75 días, al tiempo que la materia orgánica en el suelo, de no suministrarse artificialmente, disminuirá entre el 60 y el 70 por ciento.

Asimismo, los expertos detectaron un descenso significativo en el número de días con heladas así como un atraso paulatino de las primeras y un adelanto en las fechas en las que suceden las últimas heladas.

En consecuencia, esta tendencia provocará que, a finales de siglo, el número de heladas será prácticamente nulo en muchos puntos de Galicia mientras que el periodo sin heladas se extenderá desde enero-febrero hasta noviembre.

ESTUDIO

Este estudio de impactos se enmarca dentro del Plan Gallego de Acción Contra el Cambio Climático desarrollado por la Consellería de Medio Ambiente y, según explicó el director xeral de Desenvolvemento Sostible, Emilio Manuel Fernández, constituye el primer informe de estas características entre las Comunidades Españolas.

El objetivo del departamento autonómico es que las directrices marcadas pro el estudio sirvan para la elaboración de guías de adaptación al cambio climático específicas para cada ámbito.

"Es necesario planificar el escenario sabiendo como será la Galicia del futuro" y "teniendo en cuenta que el escenario será distinto dentro de unas décadas", apuntó Fernández, quien añadió que esta cuestión "no es un plan de un gobierno determinado, si no un plan de la sociedad", por lo que esperó que el nuevo Ejecutivo haga uso de esta herramienta para que Galicia "se adapte a una nueva realidad que tiene aspectos negativos, pero también alguno positivo que habrá que aprovechar".