Actualizado 28/09/2009 20:57

Copenhague.- El 96% de los españoles considera urgente que los líderes mundiales lleguen a un acuerdo en diciembre


MADRID, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -

El 96 por ciento de los españoles y el 90 por ciento de ciudadanos de 40 países del mundo considera urgente que en la Conferencia de las Partes, que se celebrará el próximo mes de diciembre en Copenhague (Dinamarca), los líderes mundiales lleguen a un acuerdo duradero y de largo plazo para frenar el cambio climático, según una encuesta ciudadana sobre cambio climático que se realizó este fin de semana de forma simultánea en 40 países del mundo.

En España, la encuesta, desarrollada por World Wide Views on Global Warming (Opiniones del Mundo sobre Cambio Climático), se celebró el fin de semana pasado en Gijón, organizada por la Unidad de Investigación en Cultura Científica (UICC) del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT). Los encuestados fueron escogidos para representar la diversidad social, cultural, generacional, ocupacional y geográfica de toda España y reunidos en LABoral Centro de Arte y Creación Industrial de Gijón (Asturias).

Además, el 75 por ciento de los españoles aseguran estar familiarizados con las consecuencias del cambio climático, frente al 53 por ciento de otros países, el 13 por ciento dice que conocen un poco el asunto (17 por ciento en el resto del mundo) y el 12 por ciento que se declaran muy familiarizados con el tema, un 16 por ciento menos que en otros países. También, el 49 por ciento afirma estar bastante preocupado con las posibles consecuencias frente al 62 por ciento del conjunto mundial, el 26 por ciento dicen estar muy preocupados (28 por ciento en los 40 países) y el 24 por ciento ligeramente preocupados, respecto al 9 por ciento mundial.

Igualmente quedó patente que el 100 por cien de los encuestados opina que los políticos españoles deberían dar una mayor prioridad al tema, en caso de que en Dinamarca se llegue a un acuerdo. La cifra llega al 90 por ciento en los 40 países participantes. Entre los objetivos para limitar el aumento de la temperatura, el 51 por ciento preferiría limitar el incremento hasta el nivel actual, el 28 por ciento a una subida de dos grados centígrados y el 18 por ciento prefiere volver a los niveles de temperatura anteriores a la etapa industrial.

CASTIGO SIGNIFICATIVO Y DISUASORIO

En caso de que los países incumplan los compromisos que se puedan llegar a acordar en la Cumbre de Naciones Unidas sobre el Clima, el 74 por ciento de los encuestados españoles opina que se debería imponer un castigo tan severo que las naciones no encuentren ningún beneficio en no cumplir, frente al 47 por ciento del resto del mundo que están de acuerdo con esa medida mientras que el 17 por ciento que el castigo debería ser significativo, frente al 35 por ciento del total mundial.

Asimismo, el 62 por ciento de los participantes españoles prefiere un compromiso de reducción entre el 25 y el 40 por ciento (58 por ciento de los 4.400 encuestados en todo el planeta), el 21 por ciento considera que se deberían limitar más de un 40 por ciento las emisiones (31 por ciento en el resto de países) y el 13 por ciento preferiría una reducción menor al 25 por ciento (7 por ciento en la encuesta global).

Por otro lado, el 81 por ciento opina que se debería crear una institución financiera global e independiente que genere fondos para mitigación y adaptación al cambio climático frente al 15 por ciento que no desean la fundación de tal institución. Los ciudadanos españoles proponen la creación de un organismo independiente con capacidad para establecer los objetivos internacionales necesarios para afrontar el cambio climático y para obligar a las naciones a su cumplimiento.

La acción surgió a iniciativa de la Junta Danesa de Tecnología, del Parlamento de Dinamarca. En España, además de la UICC de CIEMAT, organismo dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, participaron la Organización de Estados Iberoamericanos y el Instituto de Estudios de la Ciencia y la Tecnología de la Universidad de Salamanca, en colaboración con la Oficina para la Sostenibilidad, el Cambio Climático y la Participación del gobierno del Principado de Asturias, así como el Ayuntamiento de Gijón, la Universidad de Oviedo y DICYT y estuvo patrocinado por Central Lechera Asturiana.