Actualizado 09/10/2012 16:56

La Estación Biológica de Doñana muestra su preocupación por los vertidos de aguas residuales sin depurar

Marismas De Doñana
EUROPA PRESS

HUELVA, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -

El director de la Estación Biológica de Doñana, centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Juan José Negro, manifiesta su "preocupación" por los vertidos de aguas residuales sin depurar a Doñana.

En declaraciones a Europa Press, Negro ha recordado que esta denuncia hecha pública por la organización ecologista WWF y relacionada con el vertido de aguas residuales sin depurar al espacio natural por parte de los municipios de Rociana del Condado, Bollullos Par del Condado y Almonte, es una cuestión "recurrente" y que también fue planteada en la Comisión de Aguas del Consejo de Participación de Doñana.

En este sentido, ha subrayado que "desde hace tiempo está identificado" este problema de la cantidad y la calidad del agua en Doñana y se ha abordado en distintos consejos de participación, y por ello, ha hecho hincapié en la importancia de medir "cuánta y qué calidad tiene el agua" que entra desde fuera al emblemático parque.

Asimismo, ha apuntado que "no hay medidas sobre cuánta agua entra en Doñana, ni la calidad que esta trae", a la par que ha insistido en que las depuradoras están "prácticamente terminadas" y espera que se pongan en marcha cuanto antes.

Por todo ello, Negro ha enfatizado que "no solo hay que evitar que llegue agua residual sin depurar, sino que también es importante tomar medidas reales de la que entra y su calidad".

Así, el director de la Estación Biológica de Doñana ha explicado que en materia de caudales, las competencias "serían de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG)", y la calidad de las mismas "deberían ser vigiladas por la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente". "Nosotros medimos el agua y su calidad dentro de Doñana, pero no de la procedente de fuera", ha precisado.

En consecuencia, ha expresado su preocupación por el agua procedente del río Guadiamar, --afectado por contaminación minera debido al vertido de Aznalcóllar--, y del Arroyo del Partido, donde se vierten las aguas residuales sin depurar.