Actualizado 27/11/2007 20:32

El precio de la energía en España para consumo doméstico no favorece la lucha contra el cambio climático, según expertos

Temperaturas excepcionalmente altas en verano y descenso de las precipitaciones serán efectos en España del calentamiento global


MADRID, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -

Las tarifas eléctricas para consumo doméstico no favorecen la lucha contra el cambio climático en España, según determina el informe que sobre esta materia 11 expertos entregaron hoy al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El texto, orientado a facilitar el debate sobre políticas públicas, recuerda que España se ha calentado en el último siglo entre 1,2 y 1,5 grados centígrados, por encima del promedio europeo.

"Con los precios actuales de la energía en España es difícil que los consumidores adopten por sí mismo medidas de ahorro y eficiencia energética", señala el informe. En el ámbito de la industria, aconseja establecer un coste de la energía que realmente incorpore la componente medioambiental, para mitigar las emisiones de Co2 y el consumo final de energía. El 80 por ciento de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en España tienen su origen en transformaciones energéticas intermedias o en usos finales de la energía.

En el ámbito del transporte, plantea la fiscalidad de productos petrolíferos, cuando precisamente el jefe del Ejecutivo descartó hoy el "céntimo ecológico" de la gasolina como propuesta electoral.

El informe detalla exhaustivamente los efectos del calentamiento global en España y las previsiones a lo largo del siglo. Así, la temperatura se incrementará en todas las regiones españolas y lo hará más rápido a partir de 2050, crecerá también la diferencia entre máximas y mínimas diarias y la mitad de los días de verano podrían registrar temperaturas máximas diarias "excepcionalmente altas".

A su vez, se registrará una disminución de las precipitaciones entre un 5 y un 10 por ciento hasta 2040, y hasta un 25 por ciento en el último tercio de siglo, el nivel del mar crecerá 15 centímetros, habrá regresión de la costa, incremento de incendios forestales e inundaciones. El norte peninsular se "mediterraneizará" y se registrará una "aridización" del sur. Pesca, ganadería agricultura y bosques también se verán afectados, así como la salud humana con incremento de muertes por olas de calor, efectos de las inundaciones, y enfermedades subtropicales. El turismo sufrirá igualmente los efectos de este fenómeno.

SE NECESITAN MEDIDAS ADICIONALES.

En 2006, recuerdan los expertos, las emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI) se redujeron un 4,1 por ciento situándose en un 48 por ciento más respecto a 1990. "Sin embargo, parece improbable que ese ritmo de reducción se pueda mantener si no se toman medidas adicionales", advierte el texto. A través del Protocolo de Kyoto, España se comprometió a emitir en 2012 un 15 por ciento más de GEI que en 1990.

Un precio adecuado de la energía, el fomento del ahorro y la eficiencia y la apuesta por energías no contaminantes (mini y micro hidráulicas, eólica, solar, biomasa), así como tecnologías de captura de carbono son algunas de las medias que pueden ayudar a mitigar la emisión de GEI. En especial, los expertos alertan del retraso de España respecto a la captura y almacenamiento geológico de CO2 (CAC) y la necesidad de caracterizar las formaciones salinas profundas existentes en el país.

Pero también se deben tomar medidas en el ámbito de la agricultura y la ganadería, los sumideros forestales y la gestión de residuos y gases fluorados. "Existen muchas políticas e innumerables instrumentos de actuación, a nivel global y a nivel sectorial, que permiten conseguir el cumplimiento de los compromisos asumidos por España en materia de cambio climático, así como abordar con éxito los problemas de adaptación a los efectos generados por el mismo", concluyen los expertos.