BARCELONA, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
El acusado de matar de un tiro en la cabeza a su mujer embarazada en el ascensor de su domicilio en Barcelona en presencia de su hija de tres años ha afirmado ante el juez que llevaba pistola porque venía de "negociar" con unos ladrones que el día anterior les habían robado joyas durante la boda de su hermano.
Durante su declaración ante el jurado popular este martes en la vista oral que se celebra en la Audiencia de Barcelona, ha asegurado que ignoraba que le quedaba una bala en la recámara, alegando que se le disparó por el ruido que hizo el ascensor al llegar a la décima planta, donde vivían.
Daniel D., que se enfrenta a una pena de 22 años de cárcel por un delito de asesinato en concurso con uno de aborto y otro de tenencia ilícita de armas, ha reconocido que estuvo "jugueteando" con la pistola dándole vueltas con el dedo en el gatillo en el ascensor.
Según ha declarado, para asegurarse de que la pistola funcionaba había ido al bosque a disparar pero no comprobó si había quedado guardada alguna bala como hacía habitualmente cuando iba a hacer prácticas porque solo tiró "unos cuatro o cinco tiros", y ha manifestado que le puso seguro al arma.
La versión del acusado difiere con la del fiscal que, en sus calificaciones previas al juicio, relata que en la madrugada del 25 de agosto de 2009, el acusado, de 20 años entonces, regresó a su casa junto a su pareja embarazada de ocho meses y su hija de tres años y le disparó en la parte de atrás de la cabeza acabando con su vida y la del feto, que, pese a practicársele una cesárea postmortem, murió al día siguiente.
El acusado ha sostenido que tenían una buena relación de pareja, negando que la hubiera pegado, y que cuando la inculpó en anteriores declaraciones, afirmando que se había disparado ella, lo hizo porque tenía miedo de perder a su familia.
Ante el jurado y como testigo, el hermano del acusado ha asegurado que eran "una pareja ejemplar" que estaban ilusionados con tener al bebé, y que el día de la boda se abrazaban y se besaban, e incluso vio como su hermano le acariciaba la barriga a su mujer.
Daniel D. ha reconocido que, tras llamar a la policía, limpió y colocó la pistola con la que presuntamente cometió el crimen en la ventana del tramo de la escalera situado entre las plantas décima y undécima.
MALOS TRATOS
Los padres de la víctima, también como testigos, han asegurado que la había maltratado en alguna ocasión, según les había explicado la mejor amiga de su hija, que no ha declarado en el juicio porque recibió amenazas del hermano del acusado, por lo que el juez ha dado órdenes para que se la cite para este miércoles.
La vecina que se cruzó con ellos antes de que sucedieran los hechos, ha explicado que era "normal" que el ascensor hiciera ruido al llegar al último piso y que no vio nada extraño en el comportamiento de la pareja, destacando que el presunto agresor llevaba en brazos a su hija y que no detectó que llevaba pistola.
La niña, que está tutelada por la Generalitat y vive con los abuelos maternos, recuerda a menudo que su padre disparó a su madre y que "había mucha sangre en el ascensor", con lo que acude al psicólogo una vez por semana, han explicado también los padres de la víctima.