La Asociación 'El Refugio' consigue el cierre cautelar de la perrera de Puerto Real (Cádiz)

MADRID 26 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Juez del juzgado número 2 de Puerto Real ha determinado como medida cautelar el cierre temporal del centro de recogida de animales gaditano así como la inhabilitación profesional de su veterinario. La resolución responde a una denuncia que la Asociación para el Bienestar de los Animales 'El Refugio' interpuso el pasado mes de junio.

'El Refugio' se hacía eco a principios de este año de las quejas de los vecinos de la localidad puertorrealeña que denunciaron las precarias condiciones en las vivían los animales. Quienes acogieron a algunos de estos perrillos transmitieron al presidente de la Asociación que el 70 por ciento de los animales salvados habían muerto por enfermedades incurables.

Asimismo esta Asociación pro-defensa de los animales informa en su página web de que según los datos oficiales, hasta agosto de 2007 fueron sacrificados un total de 566 animales, entre perros y gatos. Ante la sospecha de un uso ilícito de un fuerte paralizante muscular la Asociación denunció los hechos ante el Seprona, quien inició una investigación.

El Equipo de Investigación de la vecina localidad de El Puerto de Santa María, elaboró el informe que, por primera vez en España, inició un procedimiento penal contra una perrera. 'El Refugio' se personó como acusación particular, por tanto, aplauden la decisión de la juez de cerrar cautelarmente el recinto e inhabilitar al veterinario titular.

UN FUERTE PARALIZANTE MUSCULAR PROVOCÓ SU MUERTE.

La perrera, una empresa que figuraba como sociedad limitada, tenía convenios con los ayuntamientos de varios municipios de la provincia de Cádiz para encargarse de la recogida de los perros y gatos abandonados. Supuestamente los animales recogidos eran sacrificados con 'Mioflex', un fuerte relajante neuromuscular que se usa para reducir las contracciones musculares en casos humanos.

Según las sospechas de 'El Refugio' el paralizante, que afecta a los músculos respiratorios, era inyectado en los canes produciéndoles un muerte lenta y agónica por asfixia, que en ocasiones puede llegar a urar hasta varios minutos. Por lo que también se presentaron en el Juzgado diligencias por un presunto delito de maltrato de animales domésticos.