Centroamérica.- 'Félix' se fortalece y hace remomorar a 'Mitch'

Europa Press Sociedad
Actualizado: martes, 4 septiembre 2007 11:41

MIAMI (ESTADOS UNIDOS), 4 (EUROPA PRESS)

A pocas horas de tocar tierra, concretamente Honduras y Nicaragua, 'Félix' se ha convertido en un peligroso huracán de categoría 4 en la escala de Saffir-Simpson (cuya máxima categoría es 5) y con vientos de 240 km/h. Los centroamericanos recuerdan a estas horas al mortífero 'Mitch' que, con una velocidad máxima de vientos sostenidos de 290 km/h, pasó por América Central del 22 de octubre al 5 de noviembre de 1998 dejando atrás a unos 18.000 fallecidos e incontables en pérdidas materiales.

'Félix' se está fortaleciendo a pocas horas de tocar tierra en las costas de Nicaragua y Honduras, donde las condiciones se van deteriorando a medida que se acerca la "extremadamente peligrosa" tormenta, informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Miami.

Según el último boletín del CNH, los vientos máximos sostenidos han aumentado y se encuentran cerca de los 240 kilómetros por hora, con ráfagas más altas. Además, es "posible" que 'Félix' continúe fortaleciendo y adquiera la categoría 5 de huracán, la más alta y peligrosa, antes de tocar tierra. Por el momento, sus vientos huracanados se extienden hacia afuera unos 55 kilómetros del centro, y los vientos de fuerza de tormenta tropical se extienden hasta los 165 kilómetros.

Los últimos datos apuntan a que el huracán se encontraba localizado unos 165 kilómetros al este-sureste de Cabo Gracias a Dios, en la frontera entre Nicaragua y Honduras. Mientras, continúa moviéndose hacia el o este a unos 28 kilómetros por hora. El CNH espera que el centro de 'Félix' llegue a tierra justo al sur de la frontera entre Nicaragua y Honduras en unas horas.

Para ambos países están en vigor avisos de huracán. En Nicaragua, se extiende desde Puerto Cabezas, al norte, hasta la frontera, y para Honduras desde Limón hacia el este. El CNH advirtió de que los preparativos "para proteger vida y propiedad deben completarse inmediatamente".

EVACUACIONES.

A esta hora son miles de personas las evacuadas en los distintos países centramericanos. Así, por ejemplo, el gobernador de la provincia hondureña de Gracias a Dios, Delton Allen, declaró a la cadena de radio local 'HRN' que han iniciado "un operativo tendiente a evacuar a las personas que podrían sufrir por el huracán".

"Inicialmente han sido evacuadas 70 personas de las cercanías del Cabo de Gracias a Dios y Brus Laguna, donde impactará 'Félix' el martes y son trasladadas a Puerto Lempira", dijo Allen. El Cabo de Gracias a Dios y Brus Laguna son zonas bajas y ambas están a unos 700 kilómetros al norte de Tegucigalpa.

A su vez, el jefe de la Oficina de Desastres de la Cruz Roja de Honduras, Óscar Fernández, dijo que "las evacuaciones se están dando en varios puntos de la provincia de Colón", sobre el Caribe.

Asimismo, la alcaldía de Tegucigalpa anunció que en las próximas horas evacuará a los vendedores de los mercados Colón y Álvarez, al sur de la capital, que sufren cada año inundaciones por la crecida del río Grande, que cruza la ciudad. Sin embargo, no se ha determinado el total de personas evacuadas en el país.

En el municipio Villeda Morales, parte de la provincia de Gracias a Dios, "ya comenzaron las lluvias torrenciales causadas por Félix", informó en rueda de prensa la diputada Carolina Echeverría, del oficialista partido Liberal. "Necesitamos combustibles para evacuar en lanchas a los hondureños de la zona", añadió.

"Unos 300 turistas han sido ya evacuados de las Islas de la Bahía (sobre el Caribe) en aviones de la compañía salvadoreña Taca y esperamos que otros 400 lo hagan en las próximas horas", según señaló el presidente de la Asociación Nacional de Líneas Aéreas de Honduras, Armando Fúnez.

Informó de que los turistas continúan retirándose de las islas de Roatán, Guanaja y Utila, que según los expertos recibirán el impacto directo de la tempestad. La más afectada, según las autoridades, será Roatán.

En Belice, los residentes almacenaban agua y comida y colocaban tablas de madera sobre las ventanas para protegerlas de los vientos huracanados. Muchas personas que viven en áreas bajas se refugiaron en terrenos más elevados.

Por su parte, en El Salvador, Carlo Scaramello, representante del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas, aseguró ayer que están preparados para enviar ayuda alimenticia a los países afectados a través del centro regional de respuesta humanitaria con sede en este país.

"Estamos listos para trabajar junto con las autoridades nacionales en los varios países (centroamericanos) que pudieran verse afectados" por 'Félix', dijo Scaramella, quien agregó que en la actualidad el PMA asiste a unos 10.500 damnificados que dejó el huracán Dean en Belice y Jamaica.

En tanto, las autoridades de emergencia de El Salvador decretaron el lunes alerta amarilla --un paso antes de las evacuaciones-- con la que activaron los sistemas de emergencia ante pronósticos de intensos aguaceros a partir del martes por la noche.

En Nicaragua, el jefe de la Defensa Civil, coronel Mario Pérez Cassar dijo que fue declarada emergencia amarilla en la región autónoma Norte y se han activado las fuerzas de socorro en Puerto Cabezas, capital regional, 375 kilómetros al noreste del país.

La alerta vale para todo el recorrido del río Coco, fronterizo con Honduras donde el ejército ha desplazado a sus unidades y movilizado medios terrestres y aéreos.

Pérez Cassar dijo que si el huracán golpea esa zona de manera indirecta, como se espera, con vientos de hasta 100 kilómetros por hora y fuertes lluvias, podrían ser afectados unos 55 municipios y a unas 50.000 personas. De lo contrario, si llegara a golpear de lleno, habría más de 500.000 afectados.

La población centroamericana recuerda en estos momentos a 'Mitch', uno de los huracanes más poderosos que se han visto en la era moderna, teniendo como una velocidad máxima de vientos sostenidos de 290 km/h.

'Mitch' pasó por América Central del 22 de octubre al 5 de noviembre en la temporada de huracanes en el Atlántico de 1998. Ha sido el segundo huracán del Atlántico más mortífero de la historia, matando como máximo a 18.000 personas. También causó miles de millones en pérdidas materiales.

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