VALENCIA 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
La catedrática de Ética y Filosofía Política de la Universitat de Valencia Adela Cortina consideró hoy que la objeción de conciencia en la aplicación de la asignatura Educación para la Ciudadanía "no está justificada" ya que, en su opinión, trasmite valores que "todos pueden compartir". En este sentido, dijo no entender el "conflicto" que se ha planteado y señaló que el decreto de mínimos de la materia "no va en contra de la fe cristiana".
La profesora realizó estas declaraciones tras la inauguración del curso 'Educar ciudadanos en la sociedad de la diversión' que se celebra a lo largo de la semana en la sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Valencia y en el que se incluye conferencias sobre la asignatura que comenzará a impartirse en varias autonomías a partir del curso que viene.
Cortina aseguró "no entender" el conflicto en la aplicación de la Educación para la Ciudadanía pues consideró que "cualquier persona creyente cristiana" acepta "perfectamente" que su hijo "sea educado en la solidaridad o en el respeto, desde el punto de vista del amor".
La catedrática declaró sentirse "extrañada" por un debate que ha generado "contraposición" cuando, "al ver el decreto de mínimos, hay un enorme acuerdo". Y aseguró no haber encontrado en ese decreto "ni ideología de género ni relativismo" pero sí unos valores "universales y unos derechos humanos"
De esta forma, explicó que no es contraria al derecho a la objeción de conciencia pero sí consideró que "sería bueno no plantearla" pues dijo "no entender" que "la sensibilidad de los católicos se tenga que sentir violada por unos valores" que, según indicó, "al hablar tranquilamente se pueden compartir".
La profesora consideró la nueva asignatura "perfectamente razonable" si se plantea "como una asignatura que consiste en que los valores de los ciudadanos se transmitan a las generaciones futuras". Además, añadió que en España existe "un conjunto de valores ciudadanos que comparten todos los grupos sociales y todos los grupos políticos" y mencionó "la autonomía, la igualdad, la solidaridad y los derechos humanos".
Así, indicó que una materia con la que "se transmiten estos valores, de una manera más o menos didáctica", en su opinión, "es totalmente oportuna y totalmente adecuada". Y valoró la "gran libertad para todos" para adaptarla "desde unos valores que todos compartimos".
Cortina recordó que el Ministerio de Educación "ha querido sumarse" a unos proyectos de la Unión Europea que plantean "la educación en una ciudadanía activa, porque se aprecia una falta de civismo por parte de muchos grupos" en el conjunto europeo.
Señaló que la Educación para la Ciudadanía contiene "cuestiones discutibles" como su distribución en el currículum, pero que, a su juicio, no llevan a un "debate tan duro" sino que "merecería la pena comentar".
La catedrática recomendó a los padres que "lean bien el decreto de mínimos por si hiere su sensibilidad" así como reunirse en grupos para valorarlo y que participen "normalmente" en la vida de la escuela.
De este modo, expuso que, "en una sociedad democrática", la educación "se confía a la escuela, a las familias, a los padres, y a los grupos sociales". En su opinión, la educación es un "trabajo compartido" en el que "todos tiene que colaborar porque todos ganan".
Así consideró "falsa" la contraposición entre Estado y familia, ya que "los dos tienen que trabajar", los padres "en la educación de sus hijos", y el Estado "en la educación de sus ciudadanos". Para Cortina, es un "error" plantear la educación como lo que denominó "un juego de suma cero" en el que "lo que ganan unos lo pierden otros". Por el contrario, señaló que se trata de "un juego de los que se llama suma positiva, en el que todos ganan o todos pierden".
En opinión de la catedrática, "si hay un debate y un conflicto continuo todos acabaremos perdiendo", mientras que "si hay un acuerdo básico en esos valores que compartimos y los transmitimos toda la sociedad sale ganando".