Huérfanos por violencia de género reciben becas del Fondo Soledad Cazorla

Soledad Cazorla Prieto
TVE
Europa Press Sociedad
Actualizado: lunes, 18 julio 2016 14:11

MADRID, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -

Dos niños, una niña y una joven han recibido las cuatro primeras ayudas de estudios que concede el recién creado Fondo de Becas Fiscal Soledad Cazorla Prieto para hijos de mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas en crímenes de violencia de género.

Según explica Fundación Mujeres, este fondo, creado a iniciativa de los familiares de la fallecida Soledad Cazorla, la primera fiscal de Sala de Violencia de Género de España, trata de acompañar a los chicos y chicas cuyas madres mueren a manos de sus compañeros, como los 14 que en lo que va de año se han quedado huérfanos así.

El objetivo del fondo, creado en febrero, es "favorecer el desarrollo personal, el apoyo educativo y la reparación del daño que sufren las niñas y los niños que tienen que vivir la experiencia de que sus madres sean asesinadas por crímenes de violencia de género".

Con motivo de esta primera concesión de ayudas, el Comité de Selección, compuesto por representantes de la familia de la fiscal Cazorla, miembros del Patronato de Fundación Mujeres y expertas independientes en materia de igualdad y violencia de género, muestra su preocupación por los casos de violencia de género registrados el presente año.

"Continuando con la principal preocupación de Soledad Cazorla Prieto, el Comité de Selección del Fondo recuerda que la violencia de género es intolerable. Siega la vida de las mujeres y, en ocasiones, también la de sus hijos. Es necesaria la implicación de toda la sociedad para acabar con ella. Mientras, resulta imprescindible que la cobarde acción de quienes asesinan a las mujeres no impida el desarrollo personal, emocional y educativo de sus hijas e hijos", dice Fundación Mujeres.

Por esto razón el Comité de Becas hace un doble llamamiento. Pide a las Administraciones y poderes públicos, incluido el Poder judicial, que extremen el cuidado y el rigor en sus actuaciones para mantener a los niños y las niñas lo más lejos posible de la violencia de género.

Asimismo, plantea a la sociedad civil y los ciudadanos que se comprometan con acciones en pro de un futuro mejor para los menores que han tenido que convivir con las manifestaciones más trágicas de la violencia contra las mujeres.

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