Actualizado 25/12/2007 18:41

Greenpeace pide al gobierno español que asegure que se extrae todo el fuel del 'New Flame'


MADRID, 25 Dic. (EUROPA PRESS) -

Greenpeace pidió al ejecutivo que afronte su responsabilidad de impedir la contaminación derivada del hundimiento del 'New Flame', y que tome las medidas necesarias para asegurar que se extrae todo el combustible que aún queda en el carguero y se recupera el barco hundido. Además, solicitó que se informe detalladamente sobre la situación en que se encuentra actualmente el carguero y sobre los materiales que aún contiene.

"El gobierno español no puede acostumbrarse a cerrar los ojos cuando su responsabilidad no es directa y debe exigir que no se ponga en riesgo el medio ambiente, acelerando las labores de extracción de cualquier sustancia contaminante y recuperando el barco", declaró Sara del Río, responsable de la campaña de Contaminación de Greenpeace.

Asimismo, añadió que "no se puede seguir permitiendo que Gibraltar actúe al margen de la legislación comunitaria y siga permitiendo prácticas tan arriesgadas para el medio ambiente sin aplicar medidas que impidan la repetición de estos sucesos en la bahía de Algeciras", añadió.

Para la ONG, el hundimiento del 'New Flame' se ha caracterizado por la falta de trasparencia y por la inactividad de las administraciones. La organización ecologista solicitó en agosto al Ministerio de Medio Ambiente y al Ministerio de Fomento que aclarara cuál era el contenido exacto del carguero, pero por el momento sólo se conoce que contiene 27.000 toneladas de "chatarra". Para Greenpeace, esta información es clave ya que de ello depende la envergadura del impacto ambiental que podría provocar el carguero.

El traslado de cargas peligrosas a través del estrecho de Gibraltar es una práctica muy común, según la ONG. "Uno de los grandes problemas al que nos enfrentamos es que muchos de estos barcos llevan bandera de conveniencia", señaló del Río, "este es el caso del 'New Flame' que lleva bandera panameña". Según las leyes internacionales, un país que abandera un barco es el último responsable sus actividades. Así, para eludir los controles, los armadores registran sus barcos en países con banderas de conveniencia, "sabiendo que no ejercerán prácticamente ningún control sobre ellos".