Existe un plan para evitar las picaduras, pero según el Ministerio es una respuesta a la alarma social creada el año pasado
MADRID, 6 Jul. (OTR/PRESS) -
Para Medio Ambiente, la plaga de medusas que se vivió el año pasado en las costas españolas, y que provocaron picaduras a miles de personas, es un hecho puntual y eso no significa que este año vaya a ocurrir lo mismo. De hecho, dice el Ministerio que aún no existen evidencias científicas, en lo que va de año, que determinen o confirmen la proliferación de estos animales y no hay indicios de abundancia. El Consejo de Ministros puso en marcha el pasado 8 de junio un plan de prevención, que durará todo el verano, pero según Medio Ambiente se trata de una respuesta a la alarma social que se creó el pasado año.
Así lo señaló hoy el jefe de la división de Protección de Ecosistemas Marinos del Ministerio de Medio Ambiente, Javier Cachón, quien negó la existencia de una plaga de medusas este verano. "En este ejercicio no podemos hablar de ello, ya que los casos conocidos de proliferación han sido muy pocos debido a que el verano ha entrado más tarde". Según Cachón, los síntomas indican que lo ocurrido el verano pasado fue una plaga puntual de medusas.
De esta forma, explicó, la campaña que puso en marcha el Ministerio el pasado 8 de junio para combatir la presencia de medusas en las playas españolas, explicó Cachón, es una respuesta de carácter institucional a la alarma social creada el pasado año, y porque existe preocupación por la interferencia que pueda tener con la conservación del dominio público marino-terrestre. Esta campaña se prolongará hasta el fin de verano con un coste de unos 500.000 euros financiados por el Departamento del Gobierno.
"El plan consiste en el desarrollo de un sistema de observación a través de una red de observadores de carácter institucional", comentó Cachón. Estos observadores informan mediante mensaje, internet o llamada telefónica de proliferaciones de medusas en zonas concretas para crear un seguimiento de hacia donde se desplazarán y en el caso de que el sistema detectara que se acercan a una zona de baño -a unos 200 o 300 metros de la orilla- proceder a su recogida del mar.
NO USAR REDES
Sobre las posibles medidas para atajar la llegada de estos animales a las playas, el Ministerio "desaconseja el uso de redes de contención en zonas abiertas ya que las medusas quedan retenidas por esa red fija y sus tentáculos se rompen y siguen siendo activos en el mar".
"No lo aconsejamos en ningún sitio debido a que no tenemos elementos de juicio para poder aconsejar o desaconsejar, lo que si hacemos es no recomendarlo en zonas abiertas y con fuerte oleaje", aseveró Cachón. "No tendría mucho sentido poner una red a lo largo de la costa, ya que produciría una falsa sensación de seguridad al bañista", añadió.