Actualizado 18/07/2007 21:18

Las mujeres ganan en España un 13% menos que los hombres, una brecha que no ha bajado en la última década

La CE cree que el cuidado de los hijos es la principal causa de esta brecha y estudia extender el permiso de paternidad


BRUSELAS, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -

Las mujeres ganan en España como media un 13% menos que los hombres y esta brecha salarial no ha disminuido en la última década. En el conjunto de la UE, la diferencia es incluso mayor --del 15%-- según un informe hecho público este miércoles por la Comisión basado en una medición del salario bruto por hora. El Ejecutivo comunitario señaló que estos datos "reflejan la discriminación y desigualdad que existe en el mercado laboral, que, en la práctica, afecta principalmente a las mujeres".

El comisario de Asuntos Sociales, Vladimir Spidla, señaló que se trata de una situación "inadmisible" que "tiene que cambiar". A su juicio, el factor más importante que explica estas diferencias es el cuidado de los hijos, que obliga a las mujeres a interrumpir su carrera profesional y a hacer un mayor uso de los contratos a tiempo parcial.

Mientras que los hombres dedican una media de 7 horas semanales a tareas domésticas no remuneradas, las mujeres llegan hasta 24 incluso con un trabajo a tiempo completo. Spidla anunció que su intención es analizar en 2008 si la UE puede tomar nuevas medidas para acabar con estas diferencias, y avanzó que una de ellas podría ser generalizar el permiso de paternidad, sin dar más detalles.

En 1995, la diferencia salarial entre hombres y mujeres en España se situaba ya en el 13%. A partir de ese año empezó a aumentar hasta alcanzar la cota máxima del 21% en 2002, y desde ese momento volvió a bajar hasta el 13% de 2005, último dato disponible. En el conjunto de la UE, la brecha apenas ha descendido dos décimas en la última década, desde el 17 hasta el 15%.

Por países, las discriminaciones más graves se dan en Estonia y Chipre (25%), Eslovaquia (24%), Alemania (22%), Finlandia o Reino Unido (20%), mientras que la igualdad es mayor en Malta (4%), Bélgica (7%), Eslovenia (8%) y Grecia, Italia, Irlanda y Portugal (9%). Sin embargo, el informe pone de relieve que en la mayoría de países de la UE donde la tasa de actividad de las mujeres es baja (por ejemplo Malta, Italia, Grecia o Polonia), la diferencia de remuneración es inferior a la media por la escasa proporción de mujeres poco cualificadas o sin formación en el mercado laboral.

Una brecha salarial importante denota generalmente, según Bruselas, un mercado laboral fuertemente segmentado (Chipre, Estonia, Eslovaquia o Finlandia, por ejemplo), donde la participación de las mujeres se concentra en un número limitado de profesiones. Las diferencias también son más grandes en los Estados miembros donde una proporción importante de mujeres trabajan a tiempo parcial (Alemania, Reino Unido, Países Bajos, Austria o Suecia).

En cuanto a los sectores, la brecha salarial es especialmente grave en los servicios financieros (37%). Ello se explica, según la Comisión, por las grandes diferencias entre salarios mínimos y máximos, por la segregación profesional y por el 'techo de cristal' que impide a las mujeres alcanzar puestos directivos. También en la industria (34%) o los servicios a empresas (29%) hay fuertes diferencias, que se reducen en el caso de la función pública (porque trabaja un mayor número de mujeres) y de la construcción (sólo un 10% porque la mayoría de los empleados son hombres). El estudio evidencia que la discriminación es mayor en las empresas grandes que en las pequeñas.

Además, va aumentando con la edad, ya que si entre los menores de 30 años la brecha es del 7%, al llegar a los 50-59 casi se multiplica por cinco y se sitúa en el 33%. Ello se traduce en que las mujeres tienen también pensiones de jubilación muy inferiores a las de los hombres y se recrudece su riesgo de caer en la pobreza. En 2003, la tasa de precariedad en la UE era del 20% para las mujeres mayores frente al 25% entre los hombres.

Las estadísticas muestran que la diferencia de retribución aumenta también con la educación y los años de servicio. La brecha es del 30 % entre graduados en enseñanza superior y del 13% entre los que han cursado estudios de educación secundaria; y entre los trabajadores con más de 30 años de servicio a una empresa la diferencia se eleva a un 32 %, mientras que ésta se mantiene en un 22% cuando la antigüedad es de entre 1 y 5 años.

MÁS FORMADAS.

El estudio recalca que las mujeres acaparan el 59% de los diplomas de enseñanza superior en la UE, aunque no en las carreras más solicitadas como las de tecnología, matemáticas, ingeniería o ciencias. Pese a ello les resulta más difícil acceder a puestos directivos (representan sólo el 32% del total, el 33% en España). Bruselas lo atribuye al ya mencionado 'techo de cristal', a las responsabilidades en el hogar y a la "segregación laboral" que las confina a un numero restringido de sectores.

Cuatro de cada diez mujeres trabajan en la función pública, la enseñanza, la salud o las ayudas sociales y cerca de la mitad ocupan puestos de secretaria o de vendedora o empleos que exigen bajas cualificaciones. El comisario Spidla destacó que "el trabajo femenino a menudo se infravalora" y que "cuando en un determinado sector la mano de obra se feminiza, los salarios bajan".