SEVILLA, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
La consejera para la Igualdad y Bienestar Social, Micaela Navarro, ha valorado el "gran esfuerzo" realizado por las mujeres andaluzas del ámbito rural en los últimos años por liderar su propio cambio social y económico en estos territorios y sin necesidad de tener que desplazarse a las grandes urbes, evitando así también la descohesión territorial.
"Esto que parece tan sencillo no es fácil y ha supuesto un esfuerzo muy importante para miles de familias", ha recalcado Navarro a los medios de comunicación antes de participar este lunes en una charla-coloquio con 80 mujeres de asociaciones del ámbito rural en Sevilla, con motivo de la celebración el pasado 15 de octubre del Día Internacional de la Mujer Rural.
Según la consejera, el papel de las mujeres rurales ha cambiado progresivamente "de la propia mano de las mujeres", quienes han sido las responsables de que en Andalucía no exista ahora una despoblación importante en estas zonas, de que existan proyectos de microeconomía liderados por las mujeres en la mayoría de las ocasiones y de que hayan surgido "nuevos yacimientos de empleo generados en torno a recursos endógenos que tienen que ver, en primer lugar, con la cohesión territorial", pero también, con la social, económica y medioambiental.
En la actualidad, en los municipios con menos de 5.000 habitantes de la comunidad andaluza viven unas 920.000 personas, de las cuales, en torno a un 50 por ciento son mujeres (representan aproximadamente al 10 por ciento de la población femenina residente en Andalucía). Sin embargo, el número de hombres sigue siendo mayoritario en las actividades económicas vinculadas al ámbito rural porque, tal y como ha explicado la vicerrectora de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) y responsable de un estudio sobre la mujer rural presentado en la citada charla-coloquio de este lunes, Lina Gálvez, "históricamente el hombre ha tenido más oportunidades laborales en este mundo que las mujeres".
Romper con esta dinámica es, además, uno de los "retos" que la población femenina de estas zonas debe conseguir para no ser "doblemente invisible", por su condición de mujer y por la falta de oportunidades laborales en el campo. Gálvez señala al respecto que, pese a que en los últimos años "ha cambiado la forma de trabajar en el mundo rural y eso ha hecho aumentar las oportunidades laborales de las mujeres", también es necesario "mejorar la corresponsabilidad en la familia" para que los hombres también se impliquen en las tareas domésticas y seguir avanzando en educación.
Según la vicerrectora de la UPO, ha sido precisamente la extensión de la educación al ámbito rural la que ha permitido "avanzar muchísimo" a estas mujeres. "Aunque solo el diez por ciento de las mujeres andaluzas del mundo rural tiene estudios universitarios, la educación ha sido el gran cambio para ellas, ya que las mujeres que más satisfacción tienen y demuestran son las que tiene más educación, que les permite no solo emplearse mejor y ser más emprendedoras, sino también cambiar sus preferencias y actitudes y mejorar también la distribución de los trabajos en el seno de las familias", argumenta.
En esta línea, Navarro ha destacado el papel del Gobierno andaluz y de las políticas públicas por llevar a las poblaciones rurales, "por pequeñas que sean, servicios como las guarderías o los relacionados con la atención a la dependencia", ya que, "además de cubrir las necesidades de esta población, a la vez se han convertido en yacimientos de empleo".
No en vano, el empresariado femenino en el sector agrario ha crecido un 6,7 por ciento en los últimos años, hasta alcanzar las 9.600 empresarias en 2009, mientras que la cifra de hombres empresarios, aunque es muy superior (43.000), ha decrecido en un 9,5 por ciento en este mismo período.