La OMI alerta de que no existe un seguimiento de los vertidos radioactivos depositados en la Fosa Altántica en los 80

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los vertidos radioactivos que fueron depositados en la Fosa Atlántica a principios de la década de los 80 no son objeto de un "seguimiento regular", ya que los gobiernos implicados gozan de "libertad" o no para realizar informes, como el de transmitírselos a la Agencia Atómica Internacional, que es la que tiene competencia exclusiva en esta materia.

Así lo confirmó el secretario de la Organización Marítima Internacional (OMI), René Coenen, quien participa desde hoy y hasta el viernes en Santiago de Compostela en la XXX reunión del Grupo Científico del Convenio de Londres, en la que un centenar de científicos de todo el mundo (25 países) analizan alternativas para evitar el uso de mar como depósito de residuos. En el caso de que esto sea imposible o inviable, estudian acciones que minimicen este impacto medioambiental en el medio marino.

De todos modos, René Coenen destacó que tampoco existe ningún informe por parte de la Agencia Atómica Internacional con "datos preocupantes" sobre estos residuos radioactivos depositados en la Fosa Atlántica.

Al respecto, el secretario de la OMI recordó que desde 1993 y, a raíz del Convenio de Londres, quedó prohibido cualquier tipo de vertido radioactivo "y desde aquella fecha no existió ningún intento". En todo caso, aclaró que desde finales de los 80 ya comenzó "a frenarse esta tendencia, aunque le faltaba la base legal".

Asimismo, destacó que en la gestión y regulación de los vertidos al mar el "principio básico" que se utiliza es el de "precaución", por lo que "ahora mismo sería impensable un vertido de este tipo de residuos".

Precisamente, el presidente del Convenio de Londres, Víctor Escobar --que acompañó a Coenen en rueda de prensa junto al presidente del Grupo Científico de este organismo, Graig Vogt, y de la conselleira de Pesca, Carmen Gallego-- destacó que en 2006 se logró que el único país que ponía "reticencias" a esta restricción total de vertidos radioactivos se sumó a este convenio, "por lo que existe prohibición total".

Víctor Escobar admitió que el seguimiento de los vertidos radioactivos depositados en la Fosa Atlántica en los 80 "no es una línea prioritaria" en la que trabaja el Convenio de Londres, ya que se trata de una área muy específica cuyo competencia en exclusiva es de la Agencia Internacional de Energía Atómica y, en el territorio español, del Consejo de Seguridad Nuclear.

"NO CHEQUE EN BLANCO" A LOS VERTIDOS.

Santiago se convertirá durante cinco días en el punto de encuentro de un centenar de científicos de 25 países que buscarán alternativas al uso del mar como depósito de residuos que, al contrario que los radiactivos, sí están permitidos, pero regulados.

Así, Rene Coenen aclaró que los permitidos son material de drenaje, residuos de sumideros, de la pesca industrial, de plataformas pesqueras o de algún material inerte inorgánico, como residuos de minería.

"No es un cheque en blanco", aclaró el secretario de la OMI, que aseguró que estos depósitos están sometidos a un regulación "estricta", mientras se buscan "alternativas".

Precisamente, el presidente del Grupo Científico del Convenio de Londres, Craig Vogt, aclaró que el papel de este organismo es analizar las alternativas o "buscar cómo se pueden limitar al máximo posible el impacto en el entorno marítimo".

Vogy aseguró que se siguen "criterios estrictos" para comprobar si un residuo "puede depositarse o no" en el mar, "ya que los fundamental es que deshacernos de los residuos no implique una afectación a la salud humana o al entorno marino", esgrimió.

Precisamente, el Grupo Científico del Convenio de Londres analizará estos días en Santiago de Compostela los depósitos de CO2 que se realizan en ciertas zonas marítimas y su gestión o alternativas para que tenga "efectivos positivos" ante el cambio climático.

MEJORAS DESPUES DEL PRESTIGE.

Por su parte, la conselleira de Pesca destacó la importancia de que esta reunión se celebre en Galicia y que apuntó que supone un "espaldarazo" a la política de protección del mar que lleva a cabo el nuevo Gobierno gallego.

Carmen Gallego aprovechó este encuentro en Santiago para recordar los avances en medios y personal que se han producido en Galicia con respecto a cuando ocurrió la catástrofe del petrolero Prestige. "Se mejoró mucho", aseveró la conselleira, quien destacó la colaboración existente entre las administraciones central y gallega y el hecho de que existe un protocolo de actuación para hacer frente a emergencias de este tipo.