Actualizado 23/04/2010 17:18

La Policía detiene a tres miembros de una familia de Guatemala dedicada a favorecer la inmigración de "semiesclavitud"

OVIEDO, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Policía Nacional de Oviedo detiene a tres miembros de una familia guatemalteca --uno de ellos mujer-- dedicada a favorecer la inmigración de mujeres a España donde les conseguían trabajo en situación de "semiesclavitud". El Grupo I de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Jefatura Superior de Policía de Asturias, inició en febrero de este año una investigación centrada en la denuncia formulada por una persona de nacionalidad guatemalteca.

En la entrevista que mantuvo con los investigadores la mujer manifestaba haber estado retenida en una vivienda bajo amenazas y en unas condiciones de trabajo similares a la semiesclavitud, según informó la Policía en una rueda de prensa.

La joven había llegado a España en el año 2008 a través de una mujer de su misma nacionalidad en la que confiaba plenamente, la cual se había puesto en contacto telefónico con ella, y le había ofrecido un trabajo en España cuidando a una persona inválida.

Le explicó que debía tomar un vuelo desde Guatemala hasta Oviedo, donde ella finalmente la recogería en el aeropuerto de Asturias, facilitándole también un número de reserva de vuelo. Le proporcionó así mismo instrucciones muy claras sobre lo que debía decir a la Policía en el control del aeropuerto y le facilitó el dinero que tenía que llevar para poder acreditar medios económicos en frontera, también se encargó de la reserva hotelera.

Una vez en el Aeropuerto de Asturias, fue recibida por la mujer que la condujo directamente hasta una localidad del Oriente Asturiano, explicándole por el camino las peculiaridades y las condiciones en las que iba a desarrollar su trabajo, que consistían básicamente en la limpieza de la casa y cuidado del marido de la señora que sufría un invalidez total. Por ello cobraría seiscientos euros al mes.

Una vez en el lugar de destino le esperaba la señora para la que iba a trabajar trasladándose hasta la casa. La señora le volvió a recordar las condiciones, añadiendo que el horario sería las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana. También le dijo que dado que estaba ilegal en el país, no debía salir nunca a la calle, ni hablar con ningún vecino, siendo amenazada en caso de desobedecerla con denunciarla a la Policía.

Seguidamente le quitó los números de teléfonos de sus familiares y su pasaporte. Durante los ocho meses que permaneció en esa situación recibió un trato degradante con gritos y voces constantes. Jamás salió sola a la calle, excepto cuando sacaba al perro a pasear, no teniendo permitido ni siquiera hablar por teléfono con su familia en Guatemala. Ante esta situación decidió escaparse y pedir ayuda.

Con toda esta información el grupo inició una investigación en la que descubrieron la existencia de una familia de nacionalidad guatemalteca formada por cinco hermanos, uno de ellos mujer.

Esta familia, presuntamente, había organizado una red con ánimo de lucro, dedicada a favorecer la inmigración de personas desde Guatemala con destino a España, aprovechándose de la situación de necesidad de dichas personas en su país natal, a las que les conseguían trabajo en España en condiciones de semiesclavitud.

'MODUS OPERANDI'

Dos de los hermanos captaría a las mujeres en su país natal y el resto serían los encargados de buscarles "trabajo" a cambio del dinero que les entregarían las empleadoras.

Se logró determinar que desde el 2007 y por el mismo procedimiento habían logrado traer a seis ciudadanas guatemaltecas a las que explotaron laboralmente, con un horario extenuante y en condiciones degradantes. Una de ellas al parecer había estado trabajando en la misma casa y en las mismas condiciones vejatorias que la primera mujer.

En otra de las ocasiones, a una de estas ciudadanas guatemaltecas le consiguieron un trabajo en una lavandería. Su jornada de trabajo comenzaba a las ocho de la mañana y finalizaba a las dos de la madrugada, todos los días de la semana, incluidos sábados y domingos. Sólo podía descansar mientras duraba la comida que hacía en el mismo garaje donde trabajaba.

El trato dispensado por la dueña de la lavandería era vejatorio, ya que recibía gritos constantes, primero porque según ella, no sabía hacer bien su trabajo y luego sin ningún motivo aparente. Además en la lavandería realiza su trabajo otra mujer española a la que si le respetaba su horario laboral.

Finalizada la investigación el Grupo I de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Oviedo, procedió a la detención de la mujer y dos de sus hermanos. Los otros dos se encuentran en su país natal. También fueron detenidas las dos empleadoras.

Se les imputan cinco conductas delictivas, concretamente, delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, delito contra los derechos de los trabajadores, delito de detención ilegal, delito contra la integridad moral y delito de amenazas.