LONDRES, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de China, Wen Jiabao, de visita oficial en Reino Unido, no ha consentido los intentos de su homólogo británico, David Cameron, de abordar la peliaguda situación de los Derechos Humanos en el gigante asiático.
La visita, de tres días, ha servido para que ambos líderes presenciaran la firma de acuerdos comerciales dentro de los sectores bancario, minero y energético, entre otros. Así, Cameron cumple al menos en parte sus expectativas de reducir el enorme déficit comercial con China y de adentrarse aún más en un mercado prometedor.
Cameron había insistido en que "nada está fuera del alcance" en las discusiones entre los dos Gobiernos, en referencia a los Derechos Humanos. Además, ha comentado que el respeto a estos derechos tiene repercusiones favorables en el crecimiento económico.
En cambio, Wen habría señalado que los países "deben respetarse entre sí, respetar los hechos, tratar a los otros como iguales, comprometerse con una mayor cooperación más allá de la acusación directa y resolver sus diferencias a través del diálogo".
A su vez, ha dicho que normalmente las naciones occidentales saben poco de la historia y la sociedad chinas. A su entender, su país ha aprendido en los últimos 5.000 años a "no hablar nunca a otros a modo de sermón en lugar de respetar al resto con la igualdad como base", recoge el rotativo británico 'The Independent'.
Por otro lado, Wen aclaró que no existe "ningún gran conflicto estratégico" entre Londres y Pekín. "Nuestros intereses comunes superan nuestras diferencias", ha declarado durante el viaje.