NUEVA YORK 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) informó ayer de que más del 90 por ciento de la población desplazada en Somalia se ha beneficiado de la ayuda humanitaria ofrecida por las agencias de Naciones Unidas y de sus compañeras en el país.
Según los datos difundidos por la OCHA, son más de 365.000 las personas que han huido de la capital somalí, Mogadiscio, y que han tenido acceso a la ayuda proporcionada por los organismos humanitarios desde el 1 de febrero, y a pesar de la situación precaria de la seguridad en la zona.
Dentro de la ayuda ofrecida no sólo figura el abastecimiento de alimentos, sino también de "refugios, equipamientos y servicios relacionados con la salud".
Desde que los combates se han calmado, entre 100.000 y 200.000 personas han regresado a Mogadiscio, después de haberse refugiado, en su mayoría, en lugares cercanos a la capital. Sin embargo, la mayor parte de aquellos que llegaron hasta las regiones de Galgadud, Hiran, Bay y Bakool han preferido quedarse allí.
En un comunicado, Naciones Unidas destaca que entre sus prioridades estuvo el proporcionar agua limpia y letrinas, así como ayuda sanitaria y de educación, a los afectados, ya que los casos de diarrea aguda se multiplicaron hasta costar la vida de 970 personas, cuando, según datos de la Organización Mundial de la Salud, la epidemia llegó a afectar a 32.000 personas.
En este sentido, la OCHA recuerda que si bien la epidemia ha sido controlada en gran medida en las zonas a las que las ONG han tenido acceso, lo cierto es que numerosas regiones somalíes no han podido recibir la atención necesaria.
Además, Naciones Unidas denuncian que tanto sus agencias como otros organismos humanitarios desplegados en Somalia se enfrentan a condiciones de trabajo extremadamente difíciles, particularmente en la capital.