MADRID, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
El creciente aumento en las amenazas contra las agencias humanitarias que operan en las provincias de los Kivus (este) de República Democrática del Congo (RDC) ha incrementado las preocupaciones porque el espacio humanitario en la región pueda volver a disminuir, según declaró este martes la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
"Hemos recibido cartas en las que se pide al Comité Internacional de Rescate que se retire de Rutshuru", afirmó Ndiaga Seck, un oficial de la OCHA en la capital provincial, Goma. Las cartas llegan mientras una ONG alemana, Welthungerhilfe, tuvo que suspender su trabajo en territorio Walikale después de las amenazas a su personal.
"Lo que todo esto significa es que la situación en Kivu Norte aún es frágil, especialmente en territorios Rutshuru, Masisi y Wakikale", declaró Seck a la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN.
Unos días antes, los soldados congoleños irrumpieron en un hospital de Kivu Sur y secuestraron a tres combatientes rivales. Este ataque provocó que el personal de una ONG tuviese que abandonar la instalación hospitalaria.
La OCHA señala que el incidente también afectó a la organización Ayuda Médica Internacional y al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Según la OCHA, tres de cada diez incidentes de los registrados en febrero en los Kivus tuvieron como objetivo a trabajadores humanitarios.
Otra ONG, World Emergency Relief, afirmó que un enfrentamiento entre el Ejército congoleño y los rebeldes de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) en la aldea de Rubunga en el mismo territorio dejó a 204 familias sin refugio alguno, y que sus cultivos fueron destruidos y sus propiedades saqueadas, según detallaba ayer la organización.
Mientras, en el distrito de Ituri hay al menos 15.000 personas que permanecen retenidas en contra de su voluntad por los soldados congoleños en varias aldeas bajo la sospecha de que entre ellos se esconden rebeldes.
El Ejército está implicado en una operación contra las milicias armadas en los Kivus. El pasado 11 de marzo, el comandante del Ejército congoleño a cargo de la operación en la zona, nombrada 'Amani Leo', general Amuli Bahigwa, afirmó que 271 combatientes ruandeses del FDLR habían sido neutralizados.
Aseguró además que 135 habían sido entregados a la Misión de la ONU en este país, la MONUC, para su repatriación. "Las cosas avanzan en la dirección correcta, no hay grandes problemas en el terreno", aseguró. "Esta operación es diferente de la anterior. Para conseguir la confianza de la población, debemos cambiar nuestra forma de pensar. Debemos poner fin a las prácticas como las violaciones, el trabajo forzoso, el pillaje", prosiguió.
"Creo que si las tropas cambian su conducta, se restaurará la confianza entre nosotros y la población y seremos aceptados", afirmó. Por su parte, el comandante de la MONUC, general Babacar Gaye, indicó que la misión apoyará a las unidades del Ejército en la operación.