Actualizado 06/09/2012 19:48

Acción contra el Hambre denuncia más de 300 ataques a cooperantes en 2011 por la falta de seguridad en las misiones


MADRID, 6 Sep. (EUROPA PRESS) -

Acción contra el Hambre ha denunciado los ataques directos a 308 cooperantes en el año 2011, que han provocado la muerte de 86 personas, 127 heridos graves y 95 secuestrados como consecuencia de la falta de seguridad en las misiones humanitarias.

En este sentido, la organización ha manifestado que "el espacio humanitario en el que las ONG ayudan a las víctimas se está reduciendo de forma alarmante en muchos lugares del mundo debido, en gran medida, a la violencia y a las trabas políticas". Así, ha señalado que "los cooperantes se están convirtiendo en el blanco directo de los grupos armados, dificultando así el acceso a las víctimas".

Por otro lado, ha indicado que "a la amenaza de la inestabilidad política se suman ataques directos, secuestros o extorsiones perpetrados por grupos terroristas o milicias en regiones como el Sahel, Oriente Medio o el Cuerno de África, obligando a las ONG a la suspensión temporal o definitiva de los programas de ayuda".

Ante esta situación, Acción contra el Hambre plantea la incorporación de mecanismos, estructuras e incluso personal centrado en "la gestión del riesgo" en sus operaciones. "Somos las propias organizaciones las responsables de nuestra seguridad y esto debemos hacerlo de una forma profesional que nos permita disminuir nuestra exposición al peligro", ha declarado el responsable de seguridad en la organización, Gonzalo de Palacios.

Asimismo, Palacios ha señalado que para garantizar la seguridad "hay que implantar una cultura común, entre la organización y los trabajadores, de gestión de la seguridad adherida a los principios humanitarios de imparcialidad, humanidad, neutralidad e independencia".

De esta forma, la organización ha sugerido que "de cara al futuro la gestión del riesgo podría mejorar si se tratase la seguridad como un facilitador y no como un obstáculo". "Si las amenazas contra el personal internacional crecen en una zona conflictiva, retirarnos y no actuar no es la única opción posible. Podemos seguir proveyendo ayuda a través de personal nacional o cambiar el perfil de visibilidad de la organización trabajando de una forma más discreta", ha agregado.

Por último, Acción contra el Hambre recuerda que su estrategia está basada en dos pilares

principales: la aceptación (de la organización por parte de la población local) y la protección (a través de estrictos protocolos de seguridad). "Todo empieza por una definición del mandato y rol de la organización en el país de intervención y el análisis detallado y constante del contexto de trabajo. A continuación debe realizarse un análisis exhaustivo de las amenazas y de los riesgos, actualizado continuamente y, sobre la base del mismo se diseñan los procedimientos y herramientas de seguridad para cada país, que todo cooperante debe cumplir", ha concluido.