MADRID, 17 May. (EUROPA PRESS) -
Las dos principales organizaciones de Derechos Humanos del mundo, Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW), han calificado de "asombrosamente insuficiente" y de "broma de mal gusto" la amnistía concedida por el nuevo Gobierno de Birmania y han reclamado la liberación de "todos" los presos políticos del país.
El Gobierno birmano inició este martes el proceso de liberación de alrededor de 14.000 presos en el marco de una amnistía que incluye la conmutación por cadena perpetua de todas las penas de muerte y la reducción en un año de la mayoría de las sentencias de cárcel.
La medida, anunciada por el presidente Thein Sein, ha entrado en vigor pocos días después de que el enviado especial de Naciones Unidas, Vijay Nambiar, reclamara durante una visita en Birmania la liberación de todos los presos políticos. Los grupos locales de Derechos Humanos han denunciado que apenas hay presos políticos entre los excarcelados y que la medida es un mero acto para mejorar la imagen internacional del régimen.
Según Amnistía, la reducción de las penas "debe ser seguida inmediatamente por la liberación inmediata e incondicional de todos los presos de conciencia". "Las autoridades birmanas mantienen alrededor de 2.200 presos políticos, la mayoría de los cuales han sufrido torturas y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes", añadió. Los presos "viven en pésimas condiciones carcelarias, sin tratamiento médico y alejados de sus familias", denunció.
Por ello, "las reducciones de penas son una buena noticia para los presos políticos, pero son asombrosamente insuficientes", declaró el investigador para Birmania de AI, Benjamin Zawacki. "Estas medidas están muy por debajo de la liberación de todos los presos políticos que se necesita desesperadamente en Birmania", añadió.
Por su parte, Human Rights Watch afirmó que la decisión de reducir en un año las sentencias de todos los presos es una "bofetada en plena cara al enviado de Naciones Unidas, que acaba de pedir la liberación de todos los presos políticos".
Para los presos con menos de un año de condena, la medida supone su libertad inmediata, pero "para los 2.100 presos políticos injustamente condenados a hasta 65 años de cárcel, la reducción en un año es una broma de mal gusto", declaró la subdirectora para Asia de HRW, Elaine Pearson. "Es una respuesta patética a los llamamientos internacionales en favor de la liberación inmediata de todos los presos políticos", advirtió.