MADRID, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional (AI) instó este jueves a las autoridades serbias a poner fin a los desalojos forzosos de gitanos en la capital, Belgrado, y a proporcionar una vivienda adecuada a las personas desalojadas.
La organización hizo público un nuevo informe, en vísperas del Día Internacional del Pueblo Gitano, en el que documenta los desalojos forzosos de romaníes desde abril de 2009, "a consecuencia de los cuales algunas familias han terminado viviendo en contenedores metálicos en asentamientos aislados, mientras que otras han vuelto a vivir en la pobreza en el sur de Serbia, a menudo en viviendas inadecuadas".
"En vez de poner fin a los desalojos forzosos, las autoridades de Belgrado cada vez practican más desalojos, expulsando a las comunidades romaníes de sus hogares y obligándolas a residir en viviendas inadecuadas", declaró la investigadora de Serbia de Amnistía Internacional, Sian Jones.
"Las autoridades deben detener esta práctica para cumplir con sus obligaciones internacionales, lo cual supone garantizar a los romaníes el derecho a una vivienda con saneamiento, cerca de instalaciones públicas y oportunidades de empleo y en la que puedan vivir sin temor a sufrir nuevos desalojos forzosos", añadió.
SIETE DESALOJOS FORZOSOS
Desde abril de 2009 ha habido al menos siete desalojos forzosos de asentamientos informales. Muchos de los desalojos, según la organización, forman parte de un plan de la Asamblea Municipal de Belgrado de 2009 que prevé grandes proyectos de infraestructura financiados por préstamos del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo y del Banco Europeo de Inversiones.
Según el informe de Amnistía Internacional, estos planes podrían afectar a los residentes de al menos 50 de los 100 asentamientos gitanos existentes en el municipio de Belgrado.
"Aproximadamente un tercio de la población romaní de Belgrado, a la que se le niega el derecho a una vivienda adecuada, no tiene otro remedio que vivir en asentamientos informales, donde carecen de agua corriente, saneamiento y otros servicios básicos", advirtió AI. Aparte, "al no poderse empadronar en Belgrado, a menudo no tienen acceso al empleo, la seguridad social, la atención de la salud y la educación", añadió.
Dentro de estas comunidades, prosiguió AI, hay muchos grupos vulnerables, como los gitanos que huyeron de la guerra de 1999 en Kosovo. Otros romaníes que han buscado trabajo o protección internacional en países del oeste de Europa y ahora son devueltos a Serbia también acaban viviendo en estos asentamientos informales.
