TEHERAN, 1 Jun. (Reuters/EP) -
Las autoridades iraníes han negado las informaciones difundidas este martes por las web opositoras de que se han producido altercados con las fuerzas de seguridad durante el funeral del disidente Ezatolá Sahabi, según ha informado la agencia estudiantil ISNA.
El responsable de seguridad de la oficina del gobernador de Teherán, Alireza Janeh, ha indicado a la agencia que no hubo enfrentamientos y que Haleh Sahabi, hija del veterano disidente y activista encarcelada, falleció por problemas cardíacos que se vieron agravados por el estrés y el calor durante el funeral.
La web opositora 'Kaleme' había informado de que Haleh Sahabi había fallecido tras un altercado con las fuerzas de seguridad durante el funeral de su padre. La activista, de 54 años, firme defensora de los derechos de las mujeres en Irán, había sido autorizada a salir de prisión para asistir al funeral de su padre, muerto el martes.
La mujer cayó desplomada al suelo durante el incidente y falleció de un infarto, según 'Kaleme'. "Las fuerzas de seguridad intentaron interferir en el traslado del cuerpo, ella objetó y las fuerzas de seguridad le hicieron frente a ella y a otras personas presentes", ha precisado esta fuente, añadiendo que la mujer fue empujada, cayendo al suelo.
Otra web opositora, 'Sahamnews', ha señalado que las fuerzas de seguridad golpearon a la activista en el estómago. Según 'Kaleme', Haleh Sahabi tenía abrazada una imagen de su padre y se cayó cuando las fuerzas de seguridad intentaron arrebatársela. "Se cayó y no se levantó", ha señalado.
La agencia semioficial FARS había confirmado la muerte de Sahabi pero había negado que se hubieran producido altercados por la Policía. Según la agencia, sus reporteros en el funeral aseguran que no hubo "enfrentamiento entre los asistentes y las fuerzas de seguridad".
Haleh Sahabi había sido detenida durante la ola de protestas que siguieron a las elecciones presidenciales de junio de 2009 en las que fue reelegido el presidente Mahmud Ahmadineyad y que la oposición tachó de fraudulentas. La activista había sido condenada a dos años de cárcel.