Actualizado 25/02/2009 14:14

Expertos debaten sobre las alternativas para mejorar el acceso de los países en desarrollo a los medicamentos esenciales

Farmamundi inaugura las Jornadas Internacionales 'Esenciales para la vida', que tienen lugar hoy y mañana en Madrid


MADRID, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -

Farmacéuticos Mundi inauguró hoy las las Jornadas Internacionales 'Esenciales para la vida', que tienen lugar hoy y mañana en Madrid, en las que diversos expertos internacionales debatirán acerca de las posibles alternativas para mejorar y facilitar el acceso de los países en vías de desarrollo a los medicamentos esenciales.

El presidente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESA), catedrático y doctor en Economía y consultor de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Félix Lobo, señaló hoy en la inauguración de este encuentro que la gran variedad de marcas con diferentes características en el caso de los medicamentos puede dar lugar a confusión.

En este sentido, señaló que este problema sólo se puede resolver a través de una información sujeta a una regulación por parte de las administraciones públicas cuando la producen las empresas, por lo que apuntó que las listas de medicamentos esenciales, la conferencia de Nairobi y la actividad de la OMS legitiman la visión de que el médico y su paciente no están solos en el mercado con su imperfecto conocimiento, frente a las informaciones desorganizadas de las empresas.

Asimismo, Lobo manifestó su preocupación por el reglamento europeo actualmente en tramitación, que regula una cuestión sensible, como es la información a los ciudadanos referente a las empresas farmacéuticas. En este sentido, este experto pidió que este tema se estudie, porque "es una cuestión muy sensible y compleja, y esa regulación puede tener grandes repercusiones".

PROPUESTA DE LICENCIAS OBLIGATORIAS

El presidente de AESA hizo referencia a la mejora del acceso y suministro de medicamentos a los países en vías de desarrollo, porque "los medicamentos son esenciales para la vida", y no podemos conformarnos con la idea de que los ciudadanos del tercer mundo no se beneficien.

Según indicó este experto, de las ideas de la OMS en relación con la regulación del comercio internacional han surgido propuestas de reforma de acceso a los medicamentos en los países en vías de desarrollo, algunas de mejoras graduales, y otras más radicales. En primer lugar, Lobo se refirió a la cuestión de las licencias obligatorias y sus posibles limitaciones.

"Estas licencias exigen una administración total y con personas con conocimiento que puedan tramitar esas licencias obligatorias, lo que puede suponer una restricción en algunos casos", explicó, y añadió que "la principal función de las licencias obligatorias no es tanto los avances que puede conseguir cada una, si no la sensación general de que la autoridad puede tomar alguna decisión y eso produce un efecto sobre el mercado".

En cuanto al comercio paralelo y los problemas que puede provocar, Lobo señaló que al crear un estímulo en contra de la discriminación de precios en pro de la definición de un precio común para el conjunto de los países que se consideren, puede no ser lo más beneficioso para los países en vías de desarrollo, o los países de baja renta.

En este sentido, señaló que "merecería una regulación asimétrica con su prohibición desde los países en vías de desarrollo a los países en desarrollo y a la inversa, de manera que no fuera un instrumento que acabara con la discriminación de precios entre países que puede tener efectos positivos para los de menor renta".

DONACIONES DE MEDICAMENTOS

Respecto a las donaciones de medicamentos por parte de las empresas farmacéuticas, apuntó que hay un conjunto de propuestas para mejorar la fiscalidad, no sólo graduales, sino también más radicales. Entre ellas, destacó la publicación 'Fondo de impacto para la salud', de Aidan Hollies, cuyo argumento descansa sobre una financiación pública de los estados que se adhirieran al fondo, que se establecería en función de su producto interior bruto (PIB), y con un compromiso para garantizar ingresos adecuados durante un periodo suficiente.

Así, las empresas farmacéuticas tendrían opción, y se establecerían unos precios regulados en función de conceptos que tienen que ver con el coste del producto, y percibirían, además del precio, rentas anuales procedentes del fondo.

Según los autores de la propuesta, "todos saldrían ganando", porque las empresas ampliarían su cartera de clientes y no reducirían sus ingresos, y además tendrían un carácter de mayor estabilidad, y los pacientes recibirían de la misma forma beneficiados, porque tendrían la oportunidad de acceder a los medicamentos a precios menores de los del régimen de patentes.

Asimismo, señalaron que los gobiernos tendrían que soportar la carga financiera del fondo, pero no tendrían que soportar los efectos de la enfermedad.

Lobo concluyó que existen valores o aspectos positivos desde la economía en los medicamentos esenciales, ya que resuelven el fallo del mercado que deriva de las características tecnológicas de los medicamentos, y de la dificultad de reconocerlos simplemente por sus características.

Este experto subrayó que esto es también importante porque generan efectos externos de la red, es decir, el consumidor se beneficia en la medida en que otros consumidores compren o utilicen este bien, y añadió que "al resolver el fallo de mercado de la confusión, se hace con un instrumento que constituye un bien público, que no puede ser proporcionado por el mercado, sino por instituciones públicas, en este caso una organización internacional".