Los grupos de ayuda humanitaria advierten de que su expulsión de Sudán podría generar nuevos conflictos

Europa Press Sociedad
Actualizado: viernes, 6 marzo 2009 14:23

JARTUM 6 Mar. (Reuters/EP) -

Las organizaciones de ayuda humanitaria advirtieron este viernes de que la decisión del Gobierno de Sudán de expulsar del país a trece de estos grupos podría generar nuevos conflictos en algunas regiones fronterizas productoras de petróleo especialmente inestables donde cientos de miles de personas dejarán de recibir asistencia.

El Gobierno sudanés ha expulsado a trece ONG extranjeras tras conocerse el miércoles pasado la decisión del Tribunal Penal Internacional (TPI) de emitir una orden de arresto contra el presidente del país, Omar Hassan al Bashir, por considerarle "coautor" de crímenes de guerra y crímenes contra la Humanidad en la región de Darfur (oeste).

Los responsables de varias ONG subrayaron que estas expulsiones han provocado que amplias zonas de las regiones de Abyei, Kordofán Sur y Nilo Azul --a lo largo de la frontera entre el norte y el sur del país-- se queden sin cobertura humanitaria.

En estas áreas se produjeron algunos de los combates más duros durante la guerra civil entre el norte y el sur que finalizó con el Acuerdo de Paz Integral de 2005. Una gran parte de la población local apoyó al sur, pero el acuerdo estableció que formarían parte de la zona norte, lo cual provocó resentimiento y tensiones.

"El impacto de las expulsiones va mucho más allá de Darfur", dijo desde el anonimato un responsable humanitario extranjero que trabaja en Jartum. Las ONG "han sido expulsadas de algunas de las zonas más devastadas por las guerras, zonas donde la gente no tiene absolutamente nada. El riesgo de un nuevo conflicto en estas áreas es real", agregó.

El cooperante reconoció que existe el temor de que surjan disturbios cuando esas regiones dejen de recibir asistencia humanitaria, que podrían agravarse en las zonas parcialmente controladas por los soldados del sur cuando las autoridades de Jartum lleven a la práctica su amenaza de incautarse de las propiedades de las organizaciones expulsadas.

PROYECTOS PARALIZADOS

Otro responsable humanitario denunció, también bajo la condición de mantener su anonimato, que las expulsiones han afectado a importantes proyectos diseñados para apoyar el acuerdo de paz de 2005.

"Estamos hablando de grandes proyectos con grandes presupuestos: puentes, reconstrucciones importantes que ahora están en peligro. Se supone que todos ellos iban a fortalecer el Acuerdo de Paz Integral", explicó.

La decisión del Gobierno sudanés ha afectado a tres de las mayores organizaciones que trabajan en Abyei: Mercy Corp, la sección estadounidense de Save the Children y PADCO, una empresa humanitaria subcontratada que está reconstruyendo una gran parte de la localidad.

Tanto las autoridades del norte de Sudán como las del sur reclaman la soberanía de Abyei, que alberga yacimientos de petróleo y un importante oleoducto. Las tropas de ambas partes se han enfrentado en esta localidad desde que se alcanzó el acuerdo de paz.

Save the Children --cuya sección británica tampoco podrá continuar su labor en Sudán-- afirmó que su trabajo en Kordofan Sur, Abyei y otras zonas de Sudán, incluida Darfur, se verá resentido. "Si nos vemos obligamos a detener nuestra actividad, las vidas de cientos de miles de niños podrían peligrar", señaló en un comunicado la secretaria general internacional de la ONG, Charlotte Petri.

En Darfur preocupa sobre todo que se pueda paralizar la distribución de alimentos de emergencia, que llevan a cabo algunos de los grupos expulsados, como es el caso de la ONG estadounidense Care.

Oxfam, por su parte, aseveró que sus programas, que cubren las necesidades de agua, higiene y educación de la población de Darfur y del este de Sudán, se colapsarán dentro de unas semanas si no se permite que sus trabajadores retomen su labor. "Los darfuríes tienen sus propios mecanismos increíbles y pueden arreglárselas con unos servicios reducidos", manifestó el portavoz Alun McDonald.

"Pero cuando se echa a aproximadamente doce de las organizaciones más grandes, uno se pregunta cómo van a arreglárselas sin la comida, los medicamentos y la asistencia que han estado recibiendo", añadió.

El jefe de la Comisión de Ayuda Humanitaria de Sudán, Hassabo Mohamed Abd el Rahman, declaró el miércoles pasado a Reuters que los civiles no resultarán afectados porque el trabajo de las agencias expulsadas lo asumirá el Gobierno y los demás grupos humanitarios. A las ONG que trabajan en el sur del país no se les han retirado sus licencias.

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