Actualizado 16/05/2013 15:36

HRW exige a Bahréin que investigue "inmediatamente" las presuntas torturas de los activistas detenidos

MADRID, 16 May. (EUROPA PRESS) -

Las autoridades bahreiníes tienen que investigar "inmediatamente" las denuncias sobre las presuntas torturas a las que han sido sometidos los activistas que se encuentran detenidos en cárceles del país, según ha exigido este jueves la ONG Human Rights Watch (HRW). Asimismo, la organización ha subrayado que tienen que garantizar que no existen pruebas que confirmen las torturas.

"Si las últimas acusaciones no son tenidas en cuenta, será una prueba de peso que dará a entender que el sistema judicial de Bahréin es un paraíso para los torturadores", ha declarado la directora de HRW para Oriente Próximo, Sarah Leah Whitson. "Los aliados de Bahréin tienen que aplicar una fuerte presión sobre el país para que investigue y responsabilice quienes hayan torturado brutalmente a los activistas" en custodia, ha añadido.

Aparte, a finales de abril, hubo información sobre presuntas torturas por parte de agentes de seguridad a un destacado activista a favor de los Derechos Humanos y a una mujer detenida por protestar contra la celebración del Gran Premio de Fórmula 1 que tuvo lugar el fin de semana del 20-21 de abril.

Las denuncias surgieron dos días después de que las autoridades de Bahréin decidieran posponer "indefinidamente" la visita al país del relator especial sobre la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles de Naciones Unidas, Juan Méndez.

Según el informe de la Comisión Independiente de Bahréin de noviembre 2011, al menos cinco personas detenidas en relación con las protestas de principios de ese mismo año murieron como resultado de torturas en custodia, ha denunciado HRW en el comunicado divulgado este jueves.

La ONG ha exigido a las autoridades que garanticen una investigación "imparcial e independiente" respecto a las denuncias presentadas por las supuestas torturas y malos tratos recibidos por los activistas detenidos y que permitan el acceso "inmediato y sin condiciones" del relator especial.

EL CASO DE FATEEL

El pasado 2 de mayo, doce agentes de Policía enmascarados y con vestimentas civiles irrumpieron en la casa de Naji Fateel, un destacado activista local de Derechos Humanos, en la ciudad de Bani Jamra (noroeste), según informaron fuentes locales a HRW. Los agentes registraron la casa y confiscaron la cámara de la esposa de Fateel y el ordenador portátil de su hija y posteriormente se llevaron al activista.

Fateel llamó a su familia el 4 de mayo por la tarde y les informó de que se encontraba en la cárcel de Dry Dock, donde según la Comisión Independiente de Investigación de Bahréin tres personas murieron como consecuencia de los malos tratos sufridos en 2011.

Según el comunicado, Fateel aseguró a otros activistas por teléfono que había sido gravemente torturado durante sus primeros tres días en la prisión. Asimismo, agregó que las autoridades lo habían esposado, le habían tapado los ojos, lo golpearon duramente, le aplicaron descargas eléctricas, lo colgaron del techo y lo sometieron al "submarino", una práctica que consiste en introducir la cabeza del reo en un recipiente lleno de un líquido hasta que comience a ahogarse.

Fateel, miembro de la Sociedad de Jóvenes por los Derechos Humanos de Bahréin, ha asegurado que las autoridades lo habían acusado de pertenecer al Movimiento 14 de Febrero, el cual es, según el Gobierno bahreiní, responsable de actos terroristas. Además, ha añadido que había firmado una confesión tras ser amenazado de más torturas.

Desde el 9 de mayo, el activista permanece bajo sospecha de haber violado el artículo 6 de las leyes antiterroristas, que prevé penas de hasta la pena de muerte por crear, establecer, organizar o dirigir a un grupo con el objetivo de obstruir las leyes o la Constitución del país, ha indicado la ONG.