MADRID, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU debe rechazar la petición del Gobierno de Sudán para terminar con el mandato de la Relatora Especial de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en este país, Sima Samar, según pidió hoy la organización Human Rights Watch (HRW) en una carta escrita a los miembros de dicho consejo.
Samar entregará hoy su último informe al Consejo, en el que documenta una serie de graves cuestiones sobre los Derechos Humanos a las que se enfrenta todo el país. A pesar de su conclusión de que hay una escasa mejora en la situación de estos derechos en Sudán, el Gobierno y sus aliados están buscando bloquear este organismo para impedir que su mandato se alargue.
"Sudán está soportando una crisis masiva de Derechos Humanos que afecta a millones de personas", señaló la directora en Ginebra de HRW, Julie de Rivero. "Para el Consejo, disminuir su escrutinio especial sobre Sudán en este momento crucial sería esquivar su responsabilidad de observar y tratar las principales violaciones de los derechos", añadió.
La relatora especial ha intentado mantener un papel constructivo en Sudán, trabajando tanto con el Gobierno de Unidad Nacional como con el Gobierno de Sur de Sudán, para ayudarles a cumplir sus obligaciones. Su informe subraya cuestiones como los arrestos arbitrarios y la detención de defensores de los Derechos Humanos, así como el aumento de la censura y las restricciones de los medios de comunicación.
Samar también señala la falta de mecanismos para la protección civil y el establecimiento del Estado de Derecho en la región de Darfur y en Sur de Sudán. Más de 1.000 civiles han muerto por el conflicto armado en 2009, según HRW, y muchos miles más están en riesgo de morir después de la expulsión por parte del Gobierno de las trece ONG, que daban el 40 por ciento de la ayuda en diferentes zonas.
Actualmente, la relatora especial es el único mecanismo de la ONU o de otras agencias internacionales que observa e informa de la situación en el país. La Misión de la ONU y la Unión Africana (UNAMID) sólo cubre Darfur, y su capacidad para moverse a través de esta región e informar de la situación está limitada, señala HRW.
Después de la expulsión por parte del Gobierno de las organizaciones de ayuda humanitaria y el aumento de la represión de los activistas defensores de los Derechos Humanos y de los periodistas, el papel de la relatora especial es cada vez más crítico. "Estamos viendo un silencio cada vez más peligroso sobre la situación de estos derechos en Sudán", aseguró De Rivero. "Los miembros del Consejo deben centrarse en apoyar a las víctimas de este país extendiendo el mandato de la relatora", añadió.