Actualizado 07/02/2014 13:47

MSF condena los ataques contra la población civil y las amenazas a las comunidades musulmanas en la R. Centroafricana

La ONG ha atendido a más de 1.650 heridos en la capital durante el mes de enero

MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -

Médicos Sin Fronteras (MSF) ha expresado este viernes su condena contra la violencia cometida por las milicias cristianas de los 'antibalaka' y los integrantes del antiguo colectivo rebelde Séléka, principalmente integrada por musulmanes, que "se está cebando a niveles sin precedentes" con la población de República Centroafricana y ha obligado a centenares de musulmanes a abandonar sus hogares.

En este sentido, la organización ha indicado que sus trabajadores han atendido solo en la capital, Bangui, a más de 1.600 personas a lo largo del mes de enero, durante los enfrentamientos entre ambos grupos armados.

Al menos 2.000 personas han muerto y casi un millón han tenido que huir de sus hogares desde que estallara la violencia entre las milicias musulmanas de Séléka y los grupos paramilitares cristianos. El país, de 4 millones de habitantes, es mayoritariamente cristiano. El contingente internacional está formado por más de 5.000 soldados de la misión de la Unión Africana (MISCA) y unos 1.600 militares franceses.

"La población civil en su conjunto se encuentra atrapada en un círculo de violencia extrema y son los civiles los que están pagando día tras día el precio de los abusos cometidos por los dos principales grupos armados", ha destacado la organización en un comunicado.

MSF puntualiza que, de entre todas las comunidades afectadas por la violencia, "en los últimos tiempos es la comunidad musulmana la que se encuentra en el objetivo de venganzas colectivas" y sus miembros se han visto obligados a emprender la huída hacia Chad o Camerún.

"Los civiles temen por sus vidas constantemente. Se les está dejando abandonados", según la coordinadora de Emergencias de MSF, Martine Flokstra.

"En el noroeste del país somos testigos de actos de venganza contra la minoría musulmana. Nos preocupa el futuro de estas comunidades que se encuentran atrapadas en sus propios pueblos, rodeados por 'antibalaka', así como el hecho de que muchas familias musulmanas se hayan tenido que ver forzadas al exilio para salvar sus vidas", ha lamentado.

MSF ha atendido, solo en la capital, Bangui, a 1.650 heridos de las dos comunidades enfrentadas, lo cual supone una muestra más de que la violencia en la capital sigue siendo de una altísima intensidad. En el centro de salud Castor, 91 pacientes han ingresado en los últimos siete días con heridas provocadas por machete y por bala.

Durante ese mismo periodo, en el campo de desplazados del aeropuerto, donde se hacinan 100.000 personas que en su mayor parte son cristianas, los equipos han proporcionado cuidados médicos a 265 heridos más.

Unos 30.000 refugiados han cruzado ya la frontera con Chad, mientras que 10.000 musulmanes más buscan protección en Camerún. En Bangui, las familias musulmanas se concentran en otro campo de desplazados dentro del aeropuerto. Otros musulmanes se encuentran en la gran mezquita o en campos aislados como el de PK12, donde buscan desesperadamente algún tipo de protección mientras tratan de encontrar la manera de poder salir del país, ha relatado la ONG.

"El efecto de la violencia está llegando a unos niveles desorbitados", continúa Flokstra. "Todas las acciones llevadas a cabo por la comunidad internacional, tanto las pasadas como las que están actualmente en marcha, son claramente insuficientes frente a la enorme magnitud de esta crisis", ha lamentado.

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