MADRID 22 May. (EUROPA PRESS) -
Las organizaciones humanitarias sufren cada vez más ataques en las provincias de Kivu Norte y Sur, en el este de República Democrática del Congo (RDC), y la población civil también se está viendo afectada por los ataques y contraofensivas entre el Ejército congoleño y los rebeldes Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR).
"Los vehículos de las organizaciones humanitarias han sido interceptados para transportar a los soldados del Ejército congoleño o las pertenencias de sus pasajeros saqueadas", declaró un portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Ndiaga Seck.
"Los autores de los ataques son tanto las FDLR como el Ejército", aseguró Seck, quien manifestó que algunas ONG ya han sido amenazadas. "Esto ha llevado, por ejemplo, a que algunos de nuestros socios suspendan sus actividades en diferentes territorios", añadió.
De acuerdo con el informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) hasta el 20 de mayo, el Ejército de RDC y los combatientes siguen cometiendo violaciones de los Derechos Humanos, especialmente en las zonas donde el Ejército y los rebeldes se mantienen desplegados, informa la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN.
"Incluidos los ataques cometidos por las fuerzas armadas contra los civiles y los trabajadores humanitarios; este ambiente ha reducido el acceso de UNICEF y de sus socios humanitarios para ayudar a la gente que lo necesita", subraya el informe. "El incremento de la inseguridad es un obstáculo para la implantación de las actividades humanitarias", señala. "Desde enero a abril de 2009, se han registrado al menos 44 ataques contra trabajadores humanitarios, lo que significa que, de media, hay un ataque cada tres días", afirma.
También se ha registrado un aumento de los casos de agresiones sexuales en Kivu Sur desde el despliegue de los soldados allí, de acuerdo con una actualización publicada el pasado miércoles por la OCHA, que señala que los soldados están involucrados en los saqueos y violaciones durante las patrullas a pie que están contribuyendo a una nueva ola de desplazamientos.