NUEVA YORK 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las organizaciones de Derechos Humanos de la campaña 'Armas bajo control' han exigido a los Gobiernos reunidos en la sede de Naciones Unidas que el futuro Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas (TCA) establezca la prohibición de la venta de armas y municiones a los regímenes perpetradores de abusos contra los Derechos Humanos.
Las ONG han hecho esta petición con motivo de la reunión que mantienen esta semana los delegados gubernamentales para reanudar las negociaciones sobre el TCA, instrumento jurídicamente vinculante de regulación del comercio mundial de armas.
"Las muertes y heridas de manifestantes pacíficos en Oriente Medio y el Norte de África muestran la necesidad urgente de establecer unos controles estrictos sobre una amplia variedad de armas que probablemente causen daños a ciudadanos inocentes", declaró Salah Abdellaoui, de Amnistía Internacional.
"Los Gobiernos de los países fabricantes de armas deben entender que la gente no aceptará durante más tiempo que se esfuercen por vender sus armas a dirigentes que no se avergüenzan de usarlas contra sus propios ciudadanos", añadió.
Asimismo, las ONG considera que el Consejo de Seguridad de la ONU ha hecho "lo que debía" al imponer un estricto embargo a Libia, que incluye una amplia gama de armas, munición, material y tipos de transferencias. "Para evitar nuevas tragedias, el mundo necesita urgentemente una herramienta preventiva", advirtieron.
HUESOS DE DINOSAURIO
"Está tocando a su fin la época en que nuestros gobiernos y las empresas podían actuar sin ninguna norma jurídicamente vinculante", afirmó Anna Macdonald, de Oxfam. "Es ridículo que haya tratados para regular la venta de cualquier cosa, desde huesos de dinosaurio a sellos, pero no de armas letales", denunció.
Según los cálculos de la Campaña Armas bajo Control, red internacional de organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo, una persona muere cada minuto a consecuencia de la violencia armada, que también genera miles de heridos y víctimas de abusos cada día.
En la actualidad, según las ONG, no hay ninguna normativa internacional exhaustiva y jurídicamente vinculante que rija el comercio de armas convencionales, "y las lagunas y vacíos de los controles regionales y nacionales permiten que pistolas, balas, tanques, misiles y cohetes terminen en zonas de conflicto y en manos de quienes cometen crímenes de guerra, graves abusos contra los Derechos Humanos y otras formas sistémicas de violencia armada".