Actualizado 29/09/2009 19:43

La ONU reitera que la libertad de movimiento es una "cuestión de urgencia" para los desplazados ceilandeses


MADRID, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -

Restaurar la libertad de movimiento para más de 250.000 desplazados internos ceilandeses que permanecen en campamentos cerrados en Sri Lanka se está convirtiendo en una cuestión de urgencia, afirmó este martes el representante del secretario general de la ONU para los Derechos de los Desplazados Internos, Walter Kaelin, que afirmó estar muy preocupado "por la lentitud de las liberaciones".

Durante su reciente visita, el representante siguió las discusiones con el Gobierno de Sri Lanka para explorar cómo puede mejorarse la protección de los Derechos Humanos de los desplazados.

Subrayando estar impresionado por la rapidez de la desminación masiva que lleva a cabo el Gobierno así como sus esfuerzos de reconstrucción, aseguró que es "imperativo tomar todas las medidas necesarias para descongestionar los campamentos abarrotados en el norte".

Los desplazados, indica Kaelin, deberían poder dejar los campamentos y regresar a sus hogares de manera voluntaria y con libertad, seguridad y dignidad. "Si esto no es posible en un futuro próximo, los desplazados deben poder permanecer con familias de acogida o en lugares de tránsito", afirmó.

Alertó igualmente de que los campamentos se crearon para responder a una emergencia inmediata y no están equipados para tratar con las fuertes lluvias que se esperan en el próximo monzón.

"Restaurar la libertad de movimiento es importante para conseguir la confianza de la comunidad tamil y poner la base para construir una paz sostenible", señala el representante en un comunicado.

En este contexto, prosigue, "el incidente del Ejército ceilandés del 26 de septiembre, que implica el uso de armas de fuego para controlar a un grupo de desplazados que intentaban desplazarse de una zona a otra pone de relieve las preocupaciones humanitarias".

De acuerdo con el Derecho Humanitario, las preocupaciones de seguridad legítimas pueden justificar el internamiento de los civiles durante un conflicto, pero esta situación no debe alargarse más de lo absolutamente necesario para responder a dichas cuestiones.

"Reconozco la inmensidad de la tarea a la que se enfrenta el Gobierno tras el fin de las operaciones militares en mayo, pero también observo que pasa el tiempo y hay una gran mejora de la situación de seguridad", señala. "Debido a estos factores, el progreso inmediato y sustancial para restaurar la libertad de movimiento para los desplazados es un imperativo si Sri Lanka pretende respetar los derechos de sus ciudadanos y cumplir con sus compromisos y obligaciones bajo el Derecho Internacional", añade.

Entre las diferentes recomendaciones al Gobierno, pidió que se mejoren los procedimientos para identificar a los que permanecen en los campamentos y que no suponen una amenaza para la seguridad. "Estas personas no deben permanecer en confinamiento (...), sólo su liberación inmediata cumplirá la legislación internacional", asevera el representante.

Por último, Kaelin recordó el destino de los desplazados, incluidos numerosos musulmanes, que son desplazados desde hace 20 años o más, y la necesidad de incluirlos en los programas de reconstrucción.