Sólo un 10 por ciento de las ONGD asturianas tienen en cuenta la perspectiva de género, según un estudio

OVIEDO 23 May. (EUROPA PRESS) -

Una investigación dirigida por la profesora de la Universidad de Oviedo, Sandra Dema, encargada por la Coordinadora de ONGD de Asturias, desvela que el 10 por ciento de las organizaciones integran el uso de mecanismos para lograr institucionalizar la perspectiva de género tanto en su gestión interna como en las actuaciones que realizan.

Sandra Dema presentó hoy en Oviedo el libro resultante de su investigación 'La integración de la perspectiva de género en las ONGD asturianas. Un largo camino por recorrer', financiado por la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo. Asimismo, los alumnos del Máster en Gestión de Organizaciones de Cooperación para el Desarrollo y de Intervención Social de la Universidad de Oviedo colaboraron en el proceso investigador.

Según explicó la directora, la investigación se basó en entrevistas personales con el personal técnico, directivo y voluntario de las organizaciones de la Coordinadora. Así, se concluyó que un 10 por ciento tiene la perspectiva de género institucionalizada; y que el 6 por ciento demostró sensibilidad mientras que otro 6 por ciento mostró rechazo explícito. Además, el 29 por ciento de las ONGD niegan la existencia de desigualdades de género y el 49 por ciento visualizan esas desigualdades.

Dema indicó que la sensibilidad sobre cuestiones de género se encuentra en diferentes niveles en las 31 organizaciones que estudió, del total de 37 que componen la Coordinadora. "En algunas se ve perfectamente integrada tanto en la gestión como en las actuaciones y en otras se evidencian los llamados techos de cristal", en referencia a las dificultades de las mujeres para medrar en el escalafón directivo.

El director de la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo, Rafael Palacios, valoró la iniciativa ya que servirá de instrumento para mejorar la inclusión de la perspectiva de género en las organizaciones no gubernamentales y en las instituciones. Así, reseñó la labor del Gobierno autonómico para trabajar de forma trasversal en todas las administraciones con políticas de igualdad.

Además, incidió en los buenos resultados de la participación de los alumnos del máster en el proyecto, lo que según Palacios demuestra el "éxito" de esta iniciativa para fomentar la profesionalización y la calidad en las actuaciones de ayuda al desarrollo.

El libro consta de dos parte, un diagnóstico acerca de cómo las organizaciones trabajan las cuestiones de género, y una experiencia participativa desarrollada en Ingenierías sin Fronteras (ISF) de Asturias.

Así, algunas de las conclusiones del estudio son que las ONGD están feminizadas pero que cuentan con obstáculos que impiden planificar actuaciones desde la perspectiva de género; que carecen de herramientas concretas para introducir la perspectiva de género en el ciclo de proyectos; y que apenas se habilitaron mecanismos para desarrollar políticas de fomento de la igualdad.