MADRID, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Unión de Asociaciones Familiares (UNAF) ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que proteja a las 4 millones de mujeres y niñas iraquíes que podrían verse afectadas por el mandato de los líderes del Estado Islámico de Irak y Levante (ISIL), ahora constituidos en un califato al norte del país, de practicar la mutilación genital femenina a todas las mujeres y niñas de entre 12 y 49 años en la localidad de Mosul y sus alrededores.
La organización ha denunciado también la "violación sistemática de los derechos humanos" y los ataques contra la "salud sexual" de las mujeres que se producen en los países inmersos en conflictos armados (como Siria, Iraq, Nigeria y otros países de Oriente Próximo y África Subsahariana), así como los que se producen en el marco de las redes "mafiosas" de inmigración ilegal hacia Europa.
En el caso concreto de Iraq, la presidenta de UNAF, Teresa Blat, ha definido el mandato del líder del califato, Abu Bakr al Bagdadi, como una "forma brutal de sometimiento y control de las mujeres" que, "bajo la acusación de libertinaje e inmoralidad", constituye "una de las expresiones más extremas del patriarcado y de la violencia de género".
La organización ha reclamado a los líderes políticos y a las agencias internacionales que "se impliquen de una vez por todas" en las regiones en conflicto y "actúen de forma efectiva contra la explotación sexual de mujeres y niñas y contra la trata de mujeres inmigrantes".
Según ha indicado UNAF, estas últimas mujeres "son obligadas a prostituirse en su huida de los conflictos armados y de la pobreza extrema".
"¿Acaso no tienen derechos humanos, derecho a su integridad, derecho a la salud? La comunidad internacional tiene la obligación de actuar para garantizarlos y España también tiene una responsabilidad importante como país receptor de población inmigrante", ha subrayado Blat.
La unión de asociaciones ha hecho especial hincapié en la mutilación genital femenina y ha pedido al gobierno español que desarrolle programas de "promoción de la salud sexual" así como de "prevención de la mutilación genital femenina".
En este sentido, ha recordado la resolución aprobada por la ONU en 2012 en la que se condena expresamente la mutilación genital femenina y exige a los estados miembros su prohibición y castigo por considerarlo "un atropello irreparable e irreversible que niega los derechos humanos de las mujeres y las niñas".
Según la organización, esta práctica tiene "consecuencias gravísimas" para la salud física y psicológica de las mujeres y niñas que son sometidas a ella "e incluso riesgo de muerte".
