Amnistía advierte de que las elecciones iraníes se celebrarán en un "trasfondo de discriminación y represión"

MADRID, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -

La organización humanitaria Amnistía Internacional (AI) ha advertido de que las elecciones presidenciales de Irán, previstas para el próximo 12 de junio, se celebrarán en un "trasfondo" de discriminación contra las mujeres, de "creciente represión" contra la disidencia política y las minorías étnicas y de conflictividad violenta en algunas zonas del país, en especial en Sistán-Baluchistán.

Durante el periodo previo a sus décimas elecciones presidenciales, "en las que se han prohibido las candidaturas de mujeres", el país ha sido escenario de "detenciones arbitrarias y actos de hostigamiento contra activistas y miembros de minorías, censura, ataques armados y atentados suicidas con explosivos", denunció AI en un comunicado.

Asimismo, Amnistía Internacional expresó su preocupación por el discriminatorio proceso de selección de los candidatos electorales de Irán, en el que todos ellos son sometidos a examen por el Consejo de Guardianes para "garantizar su idoneidad para la presidencia".

En una declaración pública del 15 de mayo, la organización instó al Consejo de Guardianes a que garantizase que no se impediría a nadie presentarse como candidato debido simplemente a su raza, color, sexo, idioma, religión, origen social u opiniones políticas o de otra índole y que ninguna de las 42 mujeres que pretendían hacerlo quedase excluida debido simplemente a su género. Sin embargo, se rechazaron todas las candidaturas, excepto cuatro, incluidas las de todas las mujeres.

Los cuatro candidatos aceptados son Mahmoud Ahmadineyad, actual presidente; Mehdi Karroubi, ex presidente del Parlamento; Mohsen Rezai, ex jefe de la Guardia Revolucionaria y actual secretario del Consejo de Conveniencia, y Mir Hossein Musavi, primer ministro de Irán durante la guerra con Irak de la década de 1980.

Por otra parte, prosiguió AI, "la ciudadanía iraní ha sufrido censura durante la campaña". Por ejemplo, las autoridades bloquearon el acceso a los sitios web de redes sociales Facebook y, brevemente, Twitter el 23 de mayo. Ante las protestas, las autoridades desbloquearon el acceso a Facebook tres días más tarde. Los rivales electorales de Mahmoud Ahmadineyad y sus simpatizantes habían utilizado los sitios de Internet para difundir información en el marco de sus campañas.

En el periodo preelectoral, Amnistía Internacional ha recibido también informes que indican que han aumentado las detenciones arbitrarias y actos de hostigamiento dirigidos particularmente contra miembros de las minorías religiosas y étnicas de Irán --como los bahaíes y los apóstatas del islam--, estudiantes, sindicalistas y activistas de los derechos de las mujeres.

"Al encarcelar a personas por el simple hecho de expresar opiniones contrarias, las autoridades iraníes están reprimiendo el debate libre, algo imprescindible para las elecciones", manifestó la directora adjunta del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, Hassiba Hadj Sahraoui. "La ciudadanía ha de tener libertad para expresar sus quejas y demandas a fin de que los candidatos puedan ocuparse de ellas", agregó.

"Durante el periodo previo a las elecciones presidenciales se debe permitir a todas las personas y grupos ejercer pacíficamente su derecho a la libertad de expresión, asociación y reunión, incluso si lo hacen de forma contraria a las políticas y prácticas del Estado", manifestó.

PROMESAS ELECTORALES

En todo caso, Amnistía Internacional ha acogido "con satisfacción" los compromisos contraídos por algunos de los candidatos durante sus campañas electorales, en las que han prometido que se ocuparán de la cuestión de los derechos de las mujeres y de los problemas de las minorías étnicas y las personas que viven en la pobreza.

"El constante activismo de quienes luchan por los derechos de las mujeres ha obligado a incluir éstos en el debate, aunque a veces les ha costado su libertad", indicó Hassiba Hadj Sahraoui. "Todos los candidatos deben atender los llamamientos de estas personas en favor de la igualdad y dar prioridad a la necesidad de acabar con la discriminación", añadió.

Otro asunto al que el nuevo presidente deberá prestar atención con urgencia, a juicio de Amnistía, es la ejecución de personas que eran menores de edad en el momento de cometer el delito del que fueron declaradas culpables.

"En Irán hay al menos 139 personas condenadas a muerte por delitos cometidos cuando eran menores de edad", señaló Sahraoui. "La indignación causada por la ejecución de la joven pintora Delara Darabi, el debate entablado en el país y las iniciativas de la sociedad civil para que se ponga fin a esta aborrecible práctica deben ir seguidos de medidas decisivas del nuevo presidente", advirtió.

CONFLICTIVIDAD EN BALUCHISTÁN

Amnistía también llamó la atención sobre la intensificación de la violencia en la provincia de Sistán-Baluchistán, en el sureste de Irán, durante el periodo preelectoral. Según AI, la minoría baluch de Irán sufre discriminación por parte de las autoridades del Estado, lo que es motivo de graves violaciones de sus derechos económicos, sociales y culturales.

Un miembro del grupo armado baluch Movimiento de Resistencia Popular de Irán perpetró un atentado suicida con explosivos en una mezquita de la capital provincial, Zahedán, el 28 de marzo. Según los informes, murieron hasta 25 personas y resultaron heridas decenas más.

El grupo armado dijo que el atentado se había llevado a cabo como represalia por la ejecución de varios clérigos sunníes en los últimos años. "El atentado contra la mezquita es una falta total de respeto por los principios del Derecho Internacional Humanitario, que el Movimiento de Resistencia Popular de Irán ha prometido acatar", advirtió Sahraoui".

"Menos de 48 horas después del atentado", tres hombres fueron ahorcados en público cerca del lugar donde había tenido lugar, prosiguió AI. Se dijo que habían sido responsables del ataque, pero posteriormente se aclaró que los tres estaban en prisión cuando se cometió, sin bien habían "confesado" que habían proporcionado los explosivos. Más tarde estallaron nuevos disturbios, en los que murieron hasta 10 personas y se detuvo a decenas.