Actualizado 10/12/2009 14:14

Amnistía afirma que Irán vive las peores violaciones de DDHH de los últimos 20 años


MADRID, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -

Las violaciones de Derechos Humanos tras los comicios de junio en Irán son las peores que han sucedido en este país en los últimos 20 años, según denunció este jueves la organización Amnistía Internacional (AI) en un nuevo informe tras los disturbios que se produjeron después de los últimos comicios celebrados en junio.

"Los líderes de Irán deben asegurarse de que las acusaciones de tortura, incluidas las violaciones, muertes extrajudiciales y otros abusos son investigados de forma total e independiente", afirmó el subdirector del programa para Oriente Próximo y el norte de África de AI, Hasiba Hadj Sahraoui.

AI también pide al líder de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, que permita la entrada al país de dos expertos de la ONU. "El líder iraní debería ordenar al Gobierno que invite al país a los relatores especiales de la ONU sobre la tortura y sobre las ejecuciones sumarias y extrajudiciales para poder realizar sendas investigaciones independientes y rigurosas", añadió.

"Hasta la fecha, las investigaciones anunciadas por diferentes autoridades iraníes parecen estar más preocupadas con cubrir los abusos que por conseguir la verdad", aseguró. El informe describe las conductas de abuso antes, durante y después de las elecciones de junio, cuando las autoridades desplegaron a la milicia paramilitar Basij y a la Guardia Revolucionaria para suprimir las protestas masivas contra los resultados de los comicios.

En el mismo se incluyen testimonios de personas que fueron detenidas durante las protestas, algunas de las cuales se han visto obligadas a huir del país. Según la declaración de un detenido durante este período --que permaneció en el centro de detención de Kahrizak durante 58 días--, sólo se le permitió contactar con sus familiares después de 43 días.

Durante la interrogación, se le dijo que su hijo había sido detenido y sería violado si no "confesaba", y fue golpeado con un bastón hasta que perdió la consciencia. Aseguró que había otros 70 detenidos en el mismo contenedor en el que permaneció detenido.

"Las autoridades deben mostrar que han pasado página sobre los abusos cometidos este verano. Ahora deben asegurarse de que las protestas se vigilan de acuerdo con el Derecho Internacional, así como mantener las milicias paramilitares Basij y otro tipo de fuerzas fuera de las calles", aseguró Hadj Sahraoui.

"Cualquiera que es arrestado o detenido debe ser protegido de la tortura y de otro tipo de tratamientos, los prisioneros de conciencia deben ser liberados y los condenados después de juicios injustos deben ser o liberados o tener el derecho de otro juicio. Todas las sentencias de muerte deberían ser conmutadas", afirmó este miembro de AI.

INVESTIGACIONES NO PÚBLICAS

La organización también afirma que las investigaciones que el Gobierno ha llevado a cabo parecen estar más preocupadas por esconder que por exponer la verdad. Las autoridades iraníes han establecido dos órganos para investigar la crisis postelectoral, incluido el tratamiento de los detenidos, una comisión parlamentaria y un comité judicial formado por tres personas.

Según AI, el Gobierno no ha revelado los detalles sobre el mandato y las competencias de estos órganos no se han hecho públicos, como tampoco se han revelado las conclusiones de la comisión parlamentaria.

El relator especial de Naciones Unidas sobre la Tortura, Manfred Nowak, y el relator especial de la ONU sobre ejecuciones sumarias, extrajudiciales y arbitrarias, Philip Alston, han pedido entrar en Irán y están esperando la invitación por parte de las autoridades.

"Las autoridades tienen la responsabilidad de tratar las violaciones generalizadas de Derechos Humanos que sucedieron durante los disturbios de forma abierta, transparente y responsable", afirmó Hadj Sahraoui.

Las cifras oficiales indican que 36 personas murieron en la violencia postelectoral, aunque la oposición eleva la cifra hasta los 70. Al menos 4.000 personas fueron arrestadas en Irán después de los comicios y, durante la redacción del informe, más de 200 seguían en la cárcel.