BARCELONA 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia de Barcelona ha rebajado de dos años de prisión a 200 euros de multa la pena contra Alejandro Martínez Singul, conocido como 'el segundo violador del Eixample', al considerar que los dos intentos de agresión sexual por los que fue condenado no fueron tales, sino dos faltas de vejaciones injustas.
Los hechos ocurrieron el 10 de mayo cuando, según las víctimas, al salir de la parada de Metro de Hospital Clínic se percataron de que un hombre intentaba acercarse a ellas mientras se tocaba los genitales. Entraron en su portal, al que el acusado intentó acceder golpeando la puerta, aunque finalmente se quedó en la calle masturbándose mientras las miraba.
Por todo ello, el Juzgado Penal número 3 de Barcelona le condenó por dos intentos de agresión sexual a dos años menos dos días de prisión y a pagar 3.000 euros a cada víctima, además de no poder acercarse a ellas durante cinco años.
Ahora, en cambio, tendrá que pagar 100 euros de multa por cada una de las dos faltas de vejaciones injustas y 2.000 euros a cada víctima, además de no poder acercarse a menos de 1.000 metros durante seis meses.
Durante el juicio en junio, Singul se declaró inocente, aunque una de las víctimas aseguró que vio la cara a su perseguidor, gracias a lo cual le identificó en fotografías en comisaría, en rueda de reconocimiento durante la instrucción judicial del caso y en la vista oral.
El titular del Juzgado Penal número 3 de Barcelona consideró que la versión de esa testigo se sustenta por su persistencia y coherencia durante todas las fases del caso. Además, aunque su compañera no fue tan contundente al identificarle y relatar el comportamiento exacto de Singul, tampoco la contradijo. Aunque en el recurso la defensa intentó desvirtuar esta identificación, la Audiencia la considera válida.
Además de alegar su inocencia, el abogado de Singul mantuvo que los hechos no constituían un delito de intento de abuso sexual, sino que podría tratarse de exhibicionismo --no penado en el caso de hacerse frente a adultos-- o de una falta de vejaciones, como justificó la Audiencia de Barcelona para dejar libre a Singul dos días antes del juicio y ahora ha ratificado.
Sin embargo, el juez considera que todas las acciones previas a la masturbación llevaban a la agresión sexual: persecución por la calle, tocamientos, intento de entrar en el portal y forcejeo al cerrarse la puerta. Lo único que lo evitó fue que las mujeres pudieron cerrar la puerta. "Los actos en los que incurrió el acusado exceden de lo que podía ser considerado un mero exhibicionismo", aseguró el juez en su sentencia.
En cambio, la Audiencia considera que no hubo en ningún momento violencia o amenaza física, por lo que no se puede determinar que hubo intento de agresión sexual, ya que no se pueden prejuzgar las intenciones.
Actualmente Singul se encuentra en prisión provisional por un intento de agresión sexual a una menor de 12 años. Según la Fiscalía, el 1 de octubre Singul siguió a la adolescente hasta el bloque donde vive, se metió con ella en el ascensor y presuntamente le intentó robar y que se bajara los pantalones. Un ruido en el portal le asustó y se fue.