VALLADOLID 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
El juicio contra una madre y su hija acusadas de tratar de prender fuego en enero de 2006 al piso que ex novio de la primera tenía en la localidad vallisoletana de Íscar se celebrará hoy viernes, día 2 de octubre, en la Audiencia Provincial.
En su escrito de calificación provisional, el Ministerio Fiscal entiende que los hechos son constitutivos de un delito del incendio en grado de tentativa y solicita cuatro años y dos meses de cárcel para la madre y dos años y dos meses para la segunda, aquejada esta última de un trastorno mental leve, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
Los hechos tienen su origen en el condominio por indiviso y partes iguales de un piso, en concreto un cuarto sito en el número 1 de la calle Fausto Herrero de Íscar, que tenían el ex novio de María Teresa G.G. y esta última, si bien dicho condominio quedó disuelto por escritura pública el 16 de enero de 2006, adjudicándose entonces la vivienda en su totalidad al primero y a la segunda un total de 20.542 euros, correspondientes a la valoración de la mitad del inmueble.
Ante la nueva situación, se concedió a María Teresa G.G, de 63 años, un plazo de tres días para que sacara de la vivienda una serie de mobiliario, así como ropa y enseres de uso personal en presencia de Rosario P.G, hermana del ex novio, puesto que éste se encontraba cumpliendo pena en prisión por delito de violencia doméstica que incluía la prohibición de acercarse a la procesada y su hija.
Así, María Teresa G.G, acompañada de su hija, de 36 años, se personó en el piso el día 18 de enero y, "puestas de común acuerdo con el objeto de hacer daño a su propietario y con grave peligro para la vida e integridad física de los moradores del edificio", encendieron una estufa de gas existente en el comedor y colocaron junto a la llama trapos y plásticos, así como dos sillas de mimbre y una caja de cartón.
Acto seguido, como así sostiene el fiscal, abandonaron el piso de forma precipitada, no sin antes tapar la base de la puerta con cartones.
Pese a ello, el fuego no llegó a producirse, ya que la hermana del propietario del piso llegó al inmueble y se encontró con la estufa de butano encendida y rodeada de enseres que se hallaban ya carbonizados, con lo que se limitó a apagar la estufa y a llamar a sus vecinos y la Guardia Civil.
Se da la circunstancia de que el edificio consta de cuatro plantas, con cuatro viviendas en cada una de ellas, la mayoría de ellas habitada, de ahí el serio peligro para la vida de los moradores en el supuesto de que el incendio hubiera prendido en el mobiliario y se hubiera propagado por el resto del inmueble.