Actualizado 08/01/2009 09:07

Detienen por poligamia a dos líderes de sectas en Canadá, uno de ellos casado con 20 mujeres

OTTAWA, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -

Dos líderes de sectas canadienses fueron detenidos en la localidad canadiense de Bointiful acusados de poligamia, ya que al parecer uno de ellos, James Oler, estaba casado con dos mujeres, y el segundo, Winston Blackmore, con alrededor de una veintena de esposas junto a las que ha tenido numerosos hijos.

Tras meses de sospechas y alegaciones, el fiscal general de la provincia de Columbia Británica, Wally Oppal, afirmó ayer en rueda de prensa que los arrestos son la culminación de un largo tiempo de análisis. "Estoy satisfecho de que el proceso saldrá adelante, tal y como queda claro en la sección 293 del Código Penal", que limita a una las uniones matrimoniales en Canadá, según informaciones de los medios locales recogidas por Europa Press.

No obstante, las autoridades preveían dejar libres a última hora del día a los dos detenidos, con la condición de no abandonar su lugar de residencia y entregar sus pasaportes.

El pasado mes de junio, Oppal ya pidió una investigación respecto a los casos de poligamia reconocidos por los arrestados, pese a que varias voces alegaron la libertad religiosa como defensa para esta actitud. "La cuestión era saber si nuestras leyes estaban en condiciones dee tomar partido, y hemos llegado a la conclusión de que só", afirmó ayer el fiscal.

¿PREJUICIOS RELIGIOSOS?

Blackmore se defendió de las acusaciones en un comunicado difundido en junio del año pasado, en el que acusó a Oppal de transferir en este casi sus "prejuicios religiosos". Blackmore y Oler representan a dos facciones separadas de una comunidad que agrupa alrededor de un millar de personas, algunas de las cuales participaron en los denominados "matrimonios celestiales" de los líderes.

Paralelamente, las autoridades también analiza si pueden prosperar cargos de explotación sexual, ya que algunas de las mujeres tenían 15 años cuando contrajeron matrimonio. Sin embargo, hasta el año pasado la edad mínima para consentir una boda se encontraba en 14 años, dos menos que en la actualidad, por lo que las imputaciones podrían no salir adelante.