Actualizado 01/05/2009 14:43

El Gobierno Canario prevé que Gran Canaria cuente en 2025 con una nueva estructura vegetal para prevenir incendios

LAS PALMAS, 1 May. (de la enviada especial de Europa Press, Eva González) -

El Gobierno canario prevé que la isla de Gran Canaria tenga dentro de quince o veinte años una estructura vegetal de prevención que la protegerá de incendios forestales en el futuro, gracias a una estrategia que se inició tras los incendios de 2005 y que adquirió "fuerza real" tras los devastadores fuegos del verano de 2007.

Así lo explicó a Europa Press el técnico forestal de la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, Juan Guzmán, que destacó que en 2025, gracias a los cambios en la gestión forestal se logrará una nueva red a través de la recuperación y limpieza de barrancos, la compra de fincas privadas por parte del gobierno insular, o la retirada de especies como el eucalipto y su sustitución por flora autóctona y el asesoramiento a propietarios privados sobre gestión forestal. De esta manera, indicó que la isla estará "mucho mejor preparada para evitar los incendios y para, en su caso, actuar contra ellos".

El experto explicó que "no falta dinero para gestionar ni manos para repoblar" sino que el problema es que "no hay dónde", ya que el 60 por ciento del terreno es de titularidad privada y sólo el 40 por ciento de los montes son públicos. Por este motivo, justificó la "patrimonialización" de la isla, especialmente de las zonas que se encontraban "más abandonadas", y la iniciativa de llegar a acuerdos con los dueños de las tierras, para establecer, bien una estrategia conjunta o la compra del terreno por parte de la administración.

"El objetivo es transformar la vegetación de los miles de barrancos para evitar que sigan siendo conductores de los incendios", precisó Guzmán, al tiempo que elogió la propia capacidad de la flora de la isla, y en especial del pino canario, para autorregenerarse, y recordó que en amplias áreas del territorio apenas se nota ya que hace dos años se registraron los incendios más virulentos de lo que va de siglo en Gran Canaria.

BARRERAS VERDES

Para ello, añadió que la Consejería de medio Ambiente de Gran Canaria está acometiendo "Barreras Verdes", una idea que consiste en limpiar y retirar zarzas, cañas, matorral y otro tipo de "combustibles" naturales o necromasa, y también los escombros, coches abandonados, esqueletos de animales, que aparecen cuando los técnicos y los pastores locales que colaboran en las tareas, realizan los trabajos. "Antes todo lo que no servía se tiraba por el barranco", lamentó Guzmán, que señaló la dificultad de trabajar en esos lugares.

En ese sentido, el técnico forestal resaltó la importancia de este cambio en la estructura de gestión porque la red de barrancos, antes propulsores del fuego, se está convirtiendo en "conectores de biodiversidad", ya que están limpios, gestionados y recuperados, lo que también está beneficiando a la fauna y a la calidad del agua, ya que los cursos naturales de los recursos hídricos de los montes son más libres, puesto que anteriormente estaban obstruidos.

GESTIÓN ESPECÍFICA PARA CADA HECTÁREA

Dentro de la 'Estrategia de Extensión Forestal', la administración de esta isla está asesorando, uno a uno, a cada propietario para 'conveniar' las fincas. Con este plan, el gobierno insular adquirirá nuevos terrenos para su gestión, o bien reforestará y restaurará una finca privada, la cual seguirá estando en manos de su dueño. "Cada finca es diferente, por lo que se está haciendo uno a uno", acotó Guzmán.

Igualmente, recordó que en la isla "sólo queda el 0,8 por ciento" de la laurisilva que hace cinco siglos ocupaba casi la mitad de Gran Canaria y que centuria a centuria casi se acabó con ella. En los años 40 se inició una política de reforestación en la zona y comenzó a crecer la superficie forestal.

No obstante, aunque Guzmán señaló que "eran otros tiempos y se hacían las cosas de otra manera", esa política de 'Consorcios', con sus aspectos positivos, se realizó principalmente para obtener un rendimiento económico, desarrollar una industria de aprovechamiento de madera y crear puestos de trabajo, a costa de plantar especies de rápido crecimiento y máximo aprovechamiento como el pino insigne o el eucalipto, que no son "las más adecuadas" y algunas, ni siquiera autóctonas de Canarias.

Ahora, los planes de gestión están precisamente apostando por la laurisilva, una especie resistente y que resiste muy bien los embates del fuego. Otra de las líneas es entresacar los eucaliptos de las zonas cercanas a las carreteras y sustituirlos por grandes árboles autóctonos, ya que señaló que "la idea es cruzar la red de carreteras con la red de barrancos" para construir esa red que poco a poco irá creciendo en los próximos 20 años.

Ante la escasez de terrenos, lanzó la idea a las empresas que quieran colaborar de comprar tierras para regalárselas al Cabildo para su gestión forestal.