La ley afgana que afectará a los chiíes no permite la violación marital, según un clérigo que ayudó a diseñarla

Europa Press Sociedad
Actualizado: jueves, 16 abril 2009 18:16

KABUL 16 Abr. (Reuters/EP) -

La nueva ley afgana que regula el estatus de los chiíes y que ha conseguido el rechazo de los países occidentales no permite la violación marital tal y como alegan sus críticos, pero sí permite que los hombres rechacen dar alimentos a sus esposas cuando éstas se nieguen a mantener relaciones sexuales con ellos, según aclaró hoy el clérigo Mohamed Asef Mohseni, una de las personas que están detrás del diseño de la legislación.

La Ley del Estatus Personal Chií ha provocado controversia en la comunidad internacional por una de sus disposiciones, que establece que "una mujer está obligada a satisfacer los deseos sexuales de su marido".

Esto es visto por algunos como una puerta abierta a la violación marital y, junto con las cláusulas que restringen la libertad de movimiento de las mujeres, hace recordar las reglas de la era talibán. La ley también ha sido criticada por los líderes occidentales cuyas tropas combaten en este país, incluido el presidente estadounidense, Barack Obama, quien la calificó de "aborrecible".

El presidente afgano, Hamid Karzai, que firmó la ley el mes pasado, ya ha mandado una revisión, pero Mohseni sostiene que la ley --que sólo se aplica al 15 por ciento de los afganos que son musulmanes chiíes-- ha sido malinterpretada por los críticos. Sus cláusulas sexuales tienen como objetivo sólo asegurar las necesidades sexuales de los hombres dentro del matrimonio, ya que el Islam les prohíbe buscar satisfacción con otras mujeres.

"¿Por qué deberían un hombre y una mujer casarse si no hay necesidad de una relación sexual? Serían como dos hermanos", declaró a Reuters en una entrevista. Un hombre y una mujer pueden negociar cuán a menudo es razonable dormir juntos, basándose en su apetito sexual, y una mujer tiene el derecho a rechazarlo si tiene una buena razón, mantuvo el clérigo.

"No debería ser obligatorio para la esposa decir sí todo el tiempo, ya que algunos hombres tienen más deseos sexuales que otros", opinó, y señaló que los maridos no deberían obligar a sus mujeres. "Si una mujer dice que no, el hombre tiene derecho a no alimentarla", manifestó. La ley permite a las mujeres trabajar, así que, de forma teórica, podrían rechazar las relaciones sexuales y mantenerse, pero en la gran parte del Afganistán rural, la mayoría de las mujeres depende de sus maridos.

Otra medida en la ley descrita como degradante es el requisito de que las mujeres se maquillen o se vistan de forma elegante si los maridos así lo desean. El clérigo opinó que es para proteger la relación. "Cuando los hombres salen fuera, ven muchas mujeres con maquillaje, pero regresan a su hogar y se encuentran a su esposa con la cara sucia", especificó Moshseni. "Se menciona en la ley para animar a los hombres a que tengan más interés en una vida social y personal con su mujer", aseguró.

Una profesora de Ciencias Políticas en la Universidad Katib, Qazimiya Muhaqaq, y una de las mujeres que se manifestaron ayer en contra de la ley, declaró hoy durante una conferencia que la ley hace que las mujeres reverencien a sus maridos. "Una mujer y un hombre deben satisfacerse mutuamente, es natural. Pero esta ley subraya que la mujer está obligada a satisfacer a su marido siempre que un hombre quiera", manifestó.

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