Actualizado 12/06/2013 21:44

Margallo destaca ante abolicionistas de todo el mundo que los españoles no reclamaron la pena de muerte ni tras el 11-M

Congreso Mundial contra la Pena de Muerte
EUROPA PRESS

MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García Margallo, ha destacado en la inauguración del V Congreso Mundial Contra la Pena de Muerte que ha arrancado este jueves en Madrid, que los españoles, "firmes defensores" de la abolición, no quisieron recuperar este tipo de castigo ni como respuesta al terrorismo de ETA ni a consecuencia de los atentados del 11 de marzo de 2004 que se cobraron 192 vidas.

Margallo, que ha intervenido junto a representantes de los otros tres países que organizan este congreso, Francia, Suiza y Noruega, ha querido explicar desde su "experiencia personal" la percepción de la pena de muerte en España y ha destacado que durante la Transición, que aprobó la Constitución "más garantista con los derechos humanos", fue abolida en las Cortes "sin un solo voto en contra".

"No fueron tiempos fáciles porque el terrorismo, por paradojas de la vida, fue mucho más cruel y mucho más vengativo con la democracia española de lo que había sido con la dictadura, pero nadie en aquel momento intentó resucitar o rescatar la pena de muerte para combatir un fenómeno que nos estaba azotando con más furia que en años anteriores", ha señalado

En esta línea, ha explicado que en 2004 España "sufrió un atentado de distinto signo político, pero que dejó 192 muertos en Madrid" y "no hubo nadie ni en el mundo intelectual ni en el ámbito del periodismo, ni en la sociedad civil que cayese en la tentación de reclamar la pena de muerte como remedio".

"Porque hemos tenido esa experiencia, España es firme defensora de la abolición de la pena de muerte", ha señalado el ministro, para incidir en que la pena capital "agrava los problemas que pretende solucionar" y "tiene consecuencias importantes del orden intelectual, moral, de la convivencia y en lo que es la concepción misma de la dignidad del hombre como portador de valores universales".

25 PAÍSES APLCIAN LA PENA CAPITAL REGULARMENTE

Asimismo, García-Margallo ha recordado que si bien en la actualidad dos tercios de los países han abolido la pena de muerte o han aplicado moratorias, todavía quedan 58 Estados que la aplican, 25 de los cuales lo hacen regularmente y, en muchos casos, para castigar "no delitos", entre los que ha citado la homosexualidad y el adulterio.

En este sentido, ha animado a seguir luchando para concienciar a los ciudadanos y que sean ellos quienes impulsen el cambio en sus propios países porque, en su opinión, "la mayoría" de las decisiones abolicionistas "no han sido voluntarias" de los políticos, "sino forzadas por una opinión pública que cada día más ha significado como repugnante la pena de muerte".

Junto a Margallo, ha intervenido la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores de Noruega, Gry Larden, quien ha destacado asimismo la respuesta de su población ante los atentados de 2011, en los que fallecieron 77 personas, muchas de ellas jóvenes asesinados en la isla de Utoya. Según ha dicho, los noruegos no reclamaron la pena capital y "confiaron en sus leyes y su justicia" pese a esos "crímenes horribles", lo que podría "servir como ejemplo".

Por su parte, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, ha puesto el acento en que la erradicación universal de la pena de muerte es uno de los objetivos claves de su Gobierno, que ha dado instrucciones a las embajadas para que organicen eventos informativos abolicionistas. "Es evidente que poco a poco más países se irán sumando, pero hoy en día las cifras de ejecuciones son terribles y en algunos casos han aumentado", ha señalado.

De parte de Suiza, el cuarto de los organizadores del congreso, ministro de Asuntos Exteriores, Didier Burkhalter, ha puesto de relieve que su país tiene "la prioridad absoluta" de erradicar la pena capital en el mundo y ha defendido para ello el trabajo bilateral con los países que aún la aplican y multilateral con los organismos europeos y Naciones Unidas.

En la ceremonia de inauguración se ha leído un mensaje del secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, en el que el mandatario ha criticado a los países que aún aplican la pena de muerte y lo hacen además, "violando la legalidad internacional", ejecutando "incluso a jóvenes". Además, ha lamentado que en muchos casos no se faciliten datos sobre la realidad de la pena de muerte en estos países y ha avanzado que esta cuestión centrará el orden del día en la próxima reunión en Nueva York.

PABLO IBAR, ÚNICO ESPAÑOL CONDENADO

Asimismo, ha tomado la palabra Tania Ibar, la esposa de Pablo Ibar, el único español condenado a muerte en el mundo, que se encuentra en el corredor de una cárcel de Florida. La mujer ha leído una carta de su marido en la que él daba las gracias por el apoyo a las organizaciones internacionales contra la pena de muerte y se definía como una "víctima del sistema" que "aún conserva la esperanza" de sobrevivir.

El congreso, que se prolongará hasta el día 15 en el Palacio Municipal de ongresos de Madrid, ofrecerá a partir de mañana diversas mesas redondas y sesiones de debate sobre la pena de muerte en los cinco continentes, que contarán con la participación de activistas, representantes políticos, diplomáticos, organizaciones civiles y personas que fueron condenadas y posteriormente absueltas a la pena capital.