MADRID, 1 Sep. (EUROPA PRESS) -
El número de refugiados somalíes que llegó a las costas de Yemen durante el pasado mes de agosto alcanzó los 2.675, según declaró hoy el Ministerio del Interior de este país, que indicó que las autoridades de las provincias costeras han dejado claro que entre los refugiados hay más de 1.000 mujeres y 100 niños.
La mayor parte de los refugiados llegó a la provincia de Taiz, mientras que el resto se distribuyó por las provincias de Abian, Radom y Shabwa, entre otras, según informa la agencia yemení SABA. Las autoridades han manifestado que las razones que hay detrás de este gran número de refugiados es la mala situación de seguridad que se vive en Somalia.
Estas autoridades también manifestaron su preocupación por la continuidad del flujo de números tan grandes de refugiados somalíes que se dirigen a Yemen, puesto que supone una gran carga para este país. Las autoridades añadieron que el número de refugiados somalíes en Yemen excede el millón, y pidieron a la comunidad internacional que asuma la responsabilidad de los mismos.
Mientras, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) manifestó hoy que espera un gran incremento en el número de refugiados somalíes durante las próximas semanas debido a un empeoramiento de la situación de seguridad en la capital somalí, Mogadiscio.
"Somos conscientes de que la mayor parte que huyó a la ciudad portuaria de Bosasso está esperando la primera oportunidad que les ofrezcan los contrabandistas para cruzar el golfo de Adén", afirmó un oficial de relaciones externas para ACNUR en Yemen, Rocco Nuri, en declaraciones a la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN.
El Gobierno yemení predice que el número de refugiados somalíes que entrarán a lo largo de este año en su país doblará los 33.000 que alcanzaron sus costas en 2008. Mientras, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Yemen señaló a IRIN que estima que hay en la actualidad 700.000 somalíes viviendo en este país de 23 millones de habitantes, muchos de ellos como inmigrantes económicos.
Yemen, el país más pobre de la península Arábiga, siente cada vez más el peso de este influjo de refugiados. Cuenta con un índice de desempleo de un 35 por ciento y tiene sus problemas políticos propios, ya que el Gobierno combate con un grupo rebelde en el norte y tiene un movimiento secesionista en el sur.
De acuerdo con el viceministro de Asuntos Exteriores yemení, Ali Muthana, "hay cooperación entre Yemen y la comunidad internacional, pero no es suficiente". "No es sólo alimentar a los somalíes que llegan, sino que necesitan trabajo, necesitan sanidad y servicios sociales. Yemen no puede permitirse a estas personas, hay limitaciones", añadió. "Esto es por lo que Yemen ha dicho desde el principio que el problema es la inestabilidad en Somalia, es la situación en este país la que necesita tratarse en primer lugar", aseguró Muthana.