BARCELONA 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Generalitat, José Montilla, declaró hoy que los inmigrantes extracomunitarios que han llegado a Cataluña durante la última década son un activo y no un "estorbo" para la recuperación económica.
Hay que "cortar de raíz" esta percepción negativa de la inmigración, puesto que "podría consistir en la semilla de focos de tensión en un futuro inmediato", expresó Montilla al intervenir en el debate 'Nuevas ideas en tiempo de crisis', organizado por la Fundació Rafael Campalans, 'think thank' vinculado al PSC.
La cohesión social centró hoy el discurso de Montilla, quien emplazó a la sociedad a "respetar los derechos" de los inmigrantes, y a estos últimos a "respetar los derechos de los otros y cumplir sus deberes".
Además, dirigiéndose a los extracomunitarios, dijo: "No seremos con ellos menos exigentes de lo que lo hicimos con nosotros mismos --la generación de catalanes que, como Montilla, llegó procedente del resto de España durante el franquismo-- para formar parte de esta nación, para ser ciudadanos de Catalunya".
"Es indisociable el proceso económico y social", concretó Montilla, quien proclamó que ante la crisis, hay que procurar que Cataluña "siga siendo un solo pueblo", fomentando así la integración de la nueva inmigración.
Eso sí, puso de manifiesto que, ante la recesión, se hace difícil siga incrementándose a un ritmo "elevado" el número de extracomuniarios que vienen a Catalunya ya que, en caso contrario, se condena a los recién llegados a la marginalidad y a la economía sumergida.
CATALUNYA NO ES UNA "FOTO FIJA"
"Les pedimos --a los inmigrantes-- que nos respeten, que conozcan quiénes somos y como somos y que respeten nuestra lengua, costumbres y tradiciones, como nosotros respetamos los suyos", expresó Montilla, quien aseguró que la Cataluña de mañana no será una "foto fija", sino que será fruto de las contribuciones de los que ahora residen y de los que vendrán.
Se trata de que los extracomunitarios se sientan "comprometidos" con Cataluña, y que al mismo tiempo, la sociedad catalana en su conjunto respte sus derechos y exiga también que cumplan sus deberes, dijo Montilla, quien también reclamó "activar permanentemente mecanismos sociales" para garantizar el uso del catalán por parte de los inmigrantes.
LENGUA CATALANA COMO "AGLUTINADOR"
"La lengua catalana es y tiene que ser el vehículo de acogida e integración", y de ella depende el futuro de Cataluña como "país cohesionado", expresó Montilla, quien aseguró que el catalán es una herramienta más para conseguir la ciudadanía catalana, y al mismo tiempo, un buen camino para sentirse acogidos.
Emplazó a los catalanohablantes a tratar "con amabilidad" y "constatar el esfuerzo" que hacen los inmigrantes para hablar catalán, y recordó que "la coexistencia de dos lenguas no tieneque suponer ningún problema" mientras no se divida a la población catalana por criterios idiomáticos.
Por ello, arremetió contra los que tratan de "hacer germinar" un conflicto lingüístico en Catalunya, y consideró que el modelo catalán de inmersión lingüística en los centros educativos es un "acierto". Asimismo, consideró que es con "confianza, rigor y tenacidad" como se avanzará más en el uso social de catalán, que no con "imposiciones o sanciones".