ISLAMABAD, 9 Feb. (Reuters/EP) -
Naciones Unidas pidió este martes 537 millones de dólares para poder dar asistencia a los cientos de miles de paquistaníes afectados por las ofensivas militares en el norte del país contra los milicianos vinculados a la red terrorista Al Qaeda.
El enfrentamiento en el noroeste de Pakistán ha obligado a unos tres millones de personas a abandonar sus hogares el año pasado, un hecho que supone un problema grave para el Gobierno paquistaní, donde la mayor parte de sus habitantes está en contra de esta campaña contra los milicianos.
Esta apelación se ha hecho para poder dar asistencia durante los próximos seis meses y para cubrir las necesidades humanitarias más importantes de las personas desplazadas y las de aquellos que ya han regresado, según afirmó el coordinador humanitario de la ONU para Pakistán, Martin Mogwanja.
"Nos imaginamos que las Áreas Tribales Federalmente Administradas (FATA) seguirán enfrentándose a la inestabilidad durante el próximo año", indicó Mogwanja durante una rueda de prensa. Estas zonas tribales situadas a lo largo de la frontera con Afganistán nunca han estado bajo el control total de ningún Gobierno y muchos milicianos tomaron refugio en la zona después de que las fuerzas lideradas por Estados Unidos expulsaran a los talibán de Afganistán a finales de 2001.
"Habrá limitaciones de movimiento para que las poblaciones vulnerables lleguen a la asistencia humanitaria", señaló. El Ejército comenzó el pasado abril una gran ofensiva contra los talibán paquistaníes en el valle del Swat, al noroeste de Islamabad, y el pasado mes de octubre emprendió un asalto contra el principal bastión de la insurgencia en la provincia de Waziristán del Sur, junto a la frontera afgana.
Mientras, se han producido diferentes enfrentamientos en otras zonas del noroeste incluidas las regiones de Jyber, Bajaur y Orakzai, provocando un aumento de los desplazados. "Considerando que el número de desplazados en Orakzai ha crecido casi diez veces en los dos últimos meses, parece que la emergencia en Pakistán está muy lejos de desaparecer", aseguró Mogwanja.
Según las cifras de Naciones Unidas, de los 3,1 millones de personas desplazadas por el enfrentamiento, al menos 1,2 millones aún tienen que regresar a sus hogares, aunque las autoridades ya hayan manifestado que algunas zonas, como Swat, han sido despejadas en gran medida de milicianos.
La ministra de Economía, Hina Rabani Jar, aseguró que apoyar a los civiles afectados por el enfrentamiento es una parte vital de la batalla contra los milicianos, y no sólo para Pakistán. "Si no se les puede asegurar una paz duradera, así como la seguridad y el desarrollo, sabemos que las consecuencias no se van a limitar a una zona o a Pakistán, sino que se ampliarán mucho más", afirmó.