Actualizado 11/02/2011 14:17

La Nobel de la Paz Shirin Ebadi cree que la democracia en los países islámicos llegará "de la mano de las mujeres"

Conferencia de la Premio Nobel de la Paz en 2003, Shirin Ebadi
UMA

Bilbao advierte de que, ante la actual crisis, "no hay recuperación posible sin igualdad"


BILBAO, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -

La abogada y activista iraní Shirin Ebadi, galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 2003, se ha mostrado convencida de que "la democracia va a llegar de la mano de las mujeres en los países islámicos" y ha afirmado que es "muy optimista" sobre la situación que se está viviendo en Egipto, al que augura "un buen futuro".

Shirin Ebadi ha participado este viernes en la jornada 'Construyendo igualdad de género' en el Palacio Euskalduna de Bilbao, en la que ha analizado la situación de la mujer en distintas partes del mundo, advirtiendo de que en todas ellas aún sufre "discriminación" aunque su forma varíe.

La activista iraní ha destacado que el nivel de democracia que actualmente viven los países occidentales "debe mucho" a las mujeres que han luchado por la igualdad en ellos y ha augurado que, de la misma manera, "la democracia va a llegar de la mano de las mujeres en los países islámicos".

En esta línea, se ha referido a "los levantamientos contra los gobiernos" que se vienen registrando recientemente en países islámicos como Egipto o Tunez, a pesar de que sufrían dictaduras desde hace años. A su entender, esta nueva situación se ha propiciado gracias a las nuevas tecnologías que "han quitado el sueño placentero de los ojos de los dictadores del mundo" porque ha permitido a los ciudadanos "crear redes sociales, acercarse unos a otros, y ser más conscientes de lo que está pasando en el mundo en el que viven".

Shirin Ebadi ha señalado que el pueblo de Egipto y Túnez "y especialmente sus mujeres" se han percatado de "lo que hace un gobierno islámico" como el de Irán, "injusto con las mujeres", y por ello buscan "la democracia, el secularismo". En este sentido, ha resaltado que, tanto en Egipto como en Túnez, los líderes de la oposición "sin tardar" han precisado que no pretenden acometer una "revolución islámica".

No obstante, ha reconocido que el hecho de que luego esos líderes "cumplan su palabra" y, cuando lleguen al poder, respeten los derechos humanos y los de la mujeres "depende de la resistencia" de los pueblos de esos países.

A su entender, los ciudadanos de Egipto y Túnez "lo tienen muy claro" porque Irán "ha sido un ejemplo que ha creado terror en la zona y saben que, si bajan la guardia, van a perder sus derechos". Por ello, ha asegurado que es "muy optimista" en que "va a tener un buen futuro".

En su ponencia en esta jornada, la premio Nobel de la Paz ha reivindicado que la igualdad entre hombres y mujeres debería ser abordada "por todo el mundo" ya que las mujeres sufren "discrimación y violencia" en cualquier zona, aunque su forma "cambia" en función de las culturas de los países.

De este modo, ha subrayado que, en los países europeos y Estados Unidos, sus derechos están protegidos por la ley pero las mujeres no pueden "participar plenamente" de ellos, debido a que tienen "dos jornadas de trabajo: en su hogar y en el trabajo". Por ello, ha lamentado, los líderes políticos son principalmente hombres.

La activista iraní ha repasado la situación que viven las mujeres en los países islámicos, incluido su país, que cuenta con "más mujeres formadas y preparadas que hombres" e, incluso en este momento en el que "el gobierno es fundamentalista, tiene más de trece parlamentarias, muchísimas profesoras universitarias y mujeres con puestos muy importantes a nivel administrativo".

No obstante, ha advertido de que, tras la revolución de 1979, se han ido aprobando "leyes discriminatorias" hacia la mujer, de manera que "el valor de la vida de la mujer es la mitad que el del hombre" en caso de accidente. Asimismo, ha resaltado que el ministerio de Sanidad está dirigido por una mujer, pero ésta debe pedir autorización escrita de su marido para poder salir del país para representarlo en foros internacionales.

Asimismo, ha señalado que, en Afganistan, a pesar de que se han ido aprobando leyes "más o menos progresistas", su situación "no ha avanzado de ninguna manera", a excepción de la capital donde son "un poco más libres". También ha advertido de que, en Irak, "la intervención militar ha hecho que se incremente el nivel de extremismo y fundamentalismo, que ataca primero de todo a los derechos de las mujeres".

Del mismo modo, ha recordado que en países como Kuwait, Jordania, Yemen, Egipto o Argelia "la situación no es tan mala" y las mujeres han visto reconocidos algunos de sus derechos pero "no se las ve tanto" en la vida pública. También ha censurado la situación a la que se enfrentan en África, en China o India.

En todos los países, ha subrayado, el "enemigo" de la igualdad es la cultura patrialcal, de la que las mujeres son "víctimas" pero también "portadoras" de ella. "Cualquier hombre déspota ha sido educado y criado por una mujer", ha advertido.

Tras indicar que "una mujer en igualdad es la que es autosuficiente económicamente", ha manifestado que la cultura patriarcal "atenta contra la mujer en casa y en la sociedad contra el hombre y la mujer", porque "trae a una sociedad la dictadura". "Ningún gobierno puede decir que es democrático cuando la mitad de la población sufren la discriminación", ha señalado.

En este sentido, ha insistido en que la lucha por la igualdad crea "la base para la democracia dentro de una sociedad" y ha advertido de que "no es un regalo" o "un accidente", sino que "es un proceso histórico y la victoria de la mujer, su éxito, es lo que va a hacer que pueda tardar menos en hacerse realidad".

SIN "PASOS ATRÁS"

Ebadi ha abierto las ponencias previstas en la jornada sobre igualdad de género celebrada en la capital vizcaína, tras un proceso de participación de un mes de duración, impulsado por la Diputación y las Juntas Generales de Bizkaia, el Ayuntamiento de Bilbao y BBK, y en el que se ha recabado tanto las opiniones de la ciudadanía como de directivos de las principales empresas y entidades vizcaínas.

Durante el acto de apertura de esta jornada, el diputado general, José Luis Bilbao, ha defendido que, en el actual momento de crisis económica, no pueden justificarse "pasos atrás" para salir de ella. "Nuestra respuesta es rotunda: no hay recuperación posible sin igualdad", ha asegurado.

Asimismo, ha destacado que la igualdad es "el derecho" de las mujeres y también "una cuestión de justicia", pero además "nos va a ayudar, y mucho, a avanzar en el progreso, el desarrollo y el bienestar".

Por su parte, la presidenta de las Juntas Generales, Ana Madariaga, ha resaltado que, a pesar de "la ventaja" de contar con "el doble apoyo" de una "verdadera conciencia social" y de "una base legislativa", es necesario "seguir avanzando" en esta materia, tanto con "avances colectivos" como "individuales". El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, ha reiterado el compromiso de la capital vizcaína con la igualdad, "una condición de partida que aporta valor, desarrollo socioeconómico, justicia y equilibrio social".

Finalmente, el presidente de la BBK, Mario Fernández, ha destacado que las políticas de igualdad suponen, además de "beneficios" para las mujeres, la posibilidad de "mejorar la competividad de las empresas" al lograr "plantillas más equilibradas y satisfechas, con tasas más bajas de rotación y absentismo".

Fernández ha advertido del "amplio camino" que queda por recorrer ya que, a pesar de constituir el 51 por ciento de la población vasca, las mujeres representan menos del 45 por ciento de las personas ocupadas y su tasa de ocupación es diez puntos menor que la masculina.

Además, ha advertido de que el porcentaje de contratación indefinida es un trece por ciento menor que en el caso de los hombres y "la mayoría trabaja en condiciones de economía sumergida". La brecha salarial en Euskadi es del 18 por ciento y su presencia en puestos "relevantes" ronda 6 ó 7 por ciento.