Actualizado 01/06/2009 21:58

Los países de la cumbre de Bonn aceptan con reservas un primer borrador del tratado de la ONU sobre cambio climático

BONN (ALEMANIA), 1 Jun. (Reuters/EP) -

Los 180 países ricos y en desarrollo participantes en la Conferencia preparatoria de la Cumbre sobre cambio climático que celebra en Bonn (Alemania), aceptaron hoy con reservas un primer borrador del tratado que servirá de punto de partida a los próximos seis meses de arduas negociaciones hasta el encuentro de las Partes de Copenhague (Dinamarca), el próximo mes de diciembre.

"Discrepamos acerca del modo en que se ha estructurado el texto", afirmó el delegado de los Estados Unidos Jonathan Pershing sobre el borrador de 53 páginas, en que el se incluyen ideas procedentes de todos los países. En este sentido, los portavoces de los países en desarrollo, como China o La India, añadieron que el texto "debería ser más equilibrado".

No obstante, el jefe de la secretaría de la ONU de Cambio Climático, Yvo de Boer, calificó el acuerdo de hoy como "un paso significativo" ya que, a su juicio, los gobiernos "tienen sobre la mesa un verdadero texto sobre el que negociar".

"Obviamente hay muchas barreras que derribar", agregó De Boer para el que "no resultan suficientes" las reducciones de gases de efecto invernadero ofertadas por los países desarrollado durante la sesión. Con todo, el secretario matizó que el hecho de que el documento haya recibido tantas críticas "significa que, en general, es bastante equilibrado".

De entre las propuestas recogidas en el texto, destacan dos. En la primera de ellas, los estados ricos destinarían alrededor del 2 por ciento de sus PIB para ayudar a los pobres a hacer frente al calentamiento global. En la segunda, asesorarían a los países pobres sobre como mitigar la emisión de gases.

"UN BUEN COMIENZO"

Sin embargo, los Estados Unidos argumentaron que en el borrador pesan más los intereses de los países en desarrollo y que el texto carece de un punto claro en el que todos países se comprometan a aumentar sus esfuerzos en la lucha contra el calentamiento global.

Por el contrario, las naciones en desarrollo responden que el documento tiene más páginas dedicadas a acciones que dependen de ellos más que páginas sobre reducción de emisiones en los países ricos. En general, se muestran contrarios a las posturas que sugieren diferentes acciones los países pobres dependiendo de su nivel de desarrollo.

Los países en desarrollos explican que la desertificación, las inundaciones, el aumento del nivel del mar, y los maremotos tendrán mayores consecuencias en sus territorios, por lo que instaron a las naciones ricas a haber reducido en 2020 las emisiones en al menos un 40 por ciento por debajo de los noveles de 1990.

Aún así, el presidente de la cumbre, el maltés Michael Zammit Cutajar, hizo un balance positivo al decir que la reunión marca una nueva fase en las conversaciones globales sobre cambio climático. "Es un buen comienzo. El documentos tiene todavía muchos blancos que deben ser rellenados con el compromiso de todas las partes", señaló.

PROTESTAS DE LOS ECOLOGISTAS

Por su parte, el delegado de la Comisión Europea, Artur Runge-Metzger, sugirió que la UE podría fallar a la hora de hacer una oferta de financiación para un nuevo acuerdo climático hasta que se ponga en marcha la cumbre de diciembre en la capital danesa. En este sentido, los países en desarrollo son favorables a recibir ingresos que los ayuden a planificar su actuación. "Tendrá que ser antes de Copenhague, o allí mismo. Se trata de un tema táctico", dijo.

Por otro lado, a las puertas de la cumbre, activistas de Greenpeace, disfrazados de hombres de la nieve, árboles, osos polares y camellos alertaron a los delegados sobre los riesgos del cambio climático. "Riégame", decía una de las pancartas que agitaba uno de los oponentes vestido de cactus gigantes.